En un acuerdo macro con las principales refinadoras del país, se redujo la carga impositiva de las importaciones de este combustible para que las privadas ayuden a YPF con las compras.
Como una mancha que se expande cada vez más hacia todo el país, la crisis de desabastecimiento de gasoil llegó a tal punto crítico que el Gobierno decidió otorgar una serie de beneficios hacia las refinadoras privadas para que se dispongan a importar más combustible.
Como explicó EOL, la importación de gasoil representa una grave pérdida para los actores de esta cadena ya que deben comprarlo a precio internacional para venderlo a un valor mucho menor en los surtidores locales. De ahí surgen los lógicos faltantes de este año.
En ese sentido, y tras tres meses sin lograr encontrarle una solución a esta problemática, ahora el Gobierno autorizó una suba del 12% exclusivamente para el gasoil para reducir esa brecha con el precio internacional.
De este modo, el litro de gasoil común pasará a costar 126 pesos en las estaciones YPF de la Ciudad de Buenos Aires, el premium saldrá 165 pesos y el gasoil para autos con patente extranjera seguirá a 240 pesos.
Al mismo tiempo, se creó un Régimen de Incentivos al Abastecimiento Interno de Combustible, que permitirá que las empresas que adhieran al mismo puedan deducir el pago de Impuestos sobre los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC) a la hora de importar.
[YPF cobrará más caro el gasoil a los autos con patente extranjera]
Las refinadoras integradas, en tanto, recibirán un importe equivalente a la suma de estos impuestos multiplicada por el 150% del volumen de petróleo abastecido a aquellas refinerías ubicadas en localidades que presentan una difícil situación de oferta por tener cuencas en declino, como el NOA.
“Estamos trabajando con las empresas productoras de crudo para que las Refinerías tengan todo el petróleo necesario para producir a pleno, y, por sobre este nivel, facilitarles la importación de los volúmenes que se necesitan para abastecer el exceso de demanda, con un crédito fiscal, para que compensen contra el ICL de esas importaciones”, indicó Darío Martínez.
Rápidamente, las principales jugadoras como YPF, Raízen, PAE y Trafigura salieron a apoyar la medida y confirmaron su compromiso de incrementar las compras y poner a funcionar a la máxima capacidad instalada sus parques refinadores.
“La industria apoya la decisión del gobierno nacional de desgravar la carga fiscal del impuesto a los combustibles líquidos sobre el gasoil importado, permitiendo así aliviar la presión sobre los costos de importación. Las empresas refinadoras aumentamos la corrida de crudo para incrementar la oferta de gasoil en el mercado interno, alcanzando las refinerías el 100% de capacidad de procesamiento”, informaron en un comunicado.
Lo concreto es que, hasta el momento, el Gobierno aumentó significativamente las importaciones de gasoil, puso a la Gendarmería a controlar el contrabando de fronteras, aplicó un ajustazo en el precio para autos de otros países y, aún así, no logró sortear esta crisis.
Ahora, esperan que el incentivo a las privadas más el aumento de oferta por parte de los productores de biodiesel al haberles incrementado el corte de mezcla al 12,5%, tendrá un impacto más notorio.
Los últimos números indican que, durante marzo-mayo 2022, la industria despachó 3,9 millones de m3 de gasoil, lo que representa un volumen récord de un 12% más que en 2019 (3,4 millones de m3).