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El caso Manantiales Behr y el potencial de la recuperación terciaria en Argentina

El yacimiento chubutense marcó un récord de producción en 90 años gracias al uso de esta técnica que marca el camino para los pozos maduros.

YPF anunció un récord de producción en el yacimiento Manantiales Behr gracias al uso de técnicas de recuperación terciaria que marca el camino a seguir para los pozos convencionales maduros en todo el país.

Según lo comunicado por la petrolera de bandera, con 3.747 m3 al día en el mes de diciembre, se alcanzó el mayor nivel de producción en los 90 años de historia de este reservorio chubutense.

Ubicado a 40 kilómetros al noroeste de la ciudad de Comodoro Rivadavia, Manantiales Behr fue una de las áreas en dónde YPF inició su actividad pionera en la producción de hidrocarburos, pero al igual que muchas otras áreas convencionales alrededor del país, con el correr de los años entró en franco declino.

Fue así como en 2019 se inició, en la zona de Grimbeek -dentro del yacimiento-, el primer plan piloto de recuperación terciaria de YPF en el país que, a partir de los buenos resultados, durante el 2020 se logró masificar con la instalación de 5 plantas de inyección de polímeros.

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Se trata de una técnica que busca una mayor viscosidad del agua para minimizar la cantidad de petróleo que queda entrampado y, de esta manera, lograr un mejor factor de recobro del hidrocarburo.

Constituye el último eslabón en la vida productiva de un yacimiento que previamente recurre a lo que se conoce como recuperación secundaria: una herramienta mucho más desarrollada en el país que produce entre el 40% y el 50% del petróleo convencional de Argentina.

Además de Manantiales Behr, YPF tiene un piloto de terciaria en Los Perales -Santa Cruz- con dos plantas y otro en la provincia de Mendoza

El método consiste en la inyección de agua a través de un diseño de pozos inyectores y otros productores para mantener la presión del reservorio e ir barriendo el hidrocarburo hacia la superficie.

Lógicamente, la recuperación terciaria es un proceso más caro que recién empieza a tomar forma en el país, donde muchos yacimientos demostraron un techo en la utilización de secundaria. Además de Manantiales Behr, en la actualidad YPF tiene un piloto de terciaria en Los Perales -Santa Cruz- con dos plantas y otro en la provincia de Mendoza. Todas cuencas que, a diferencia de la Neuquina, se caracterizan por la madurez y el declino de sus yacimientos.

Más allá de la empresa con mayoría estatal, la única que está desarrollando la inyección de polímeros a un nivel mayor que un piloto es Capsa en la zona de Diadema, aunque Pan American Energy está estudiando entrar en una fase similar dada su fuerte presencia en la cuenca del Golfo San Jorge.

El problema es que, debido a sus altos costos, la terciaria exige un precio del barril internacional más alto que la torna poco competitiva respecto a otro tipo de proyectos. “Como estrategia para sacar más petróleo, mientras no dé pérdida y tenga una ganancia marginal, una empresa estatal podría pensarlo más seriamente porque la ganancia viene por otro lado y no del proyecto propiamente dicho”, destacó un consultor especializado a este medio.