Cuando se estaba por superar el récord de 29.105 MW del día anterior, se produjo una caída abrupta de 3.000 MW que disparó los cortes en todo el AMBA.

La ola de calor anotó la jornada número 15 de manera consecutiva por encima los 32,3 grados y provocó un nuevo récord de consumo eléctrico que profundizó los cortes de luz en todo el AMBA.
El lunes, el sistema registró un pico de demanda de 29.105 MW a las 15:28 de la tarde, superando la marca de tan sólo tres días antes, hasta entonces la más alta de la historia según reportó Cammesa.
Como era de esperarse, los cortes de luz se hicieron presentes con más de 100.000 hogares afectados solamente en el área metropolitana de Buenos Aires y especialmente en la zona de concesión de Edesur, que recibió la mayoría de los reclamos como es habitual.
Ya este martes, una temperatura incluso superior que alcanzó los 42 grados de sensación térmica empujaba la curva de consumo a superar el récord del día anterior cuando de repente la demanda se estancó en 27.500 MW a las dos de la tarde, para desplomarse en 3.000 MW una hora más adelante en un apagón similar -aunque menor- al de hace pocas semanas.
Ante la consulta de este medio, fuentes allegadas a Cammesa indicaron que el fenómeno se originó por una falla en una línea de transporte de 500 kv en “un grave colapso de tensión”. “Sse registró en GBA una variación de demanda cortes por desenganches y actuación de relés de subtensión y la frecuencia llegó a 50,77 Hz”, agregaron.
Este derrumbe de la demanda fue consecuencia de un corte masivo que dejó a unos 2,2 millones de hogares sin electricidad, para luego estabilizarse en 200 mil hogares, 172 mil en el área de Edesur y 17 mil en la zona de Edenor, según el seguimiento del ENRE.
En este marco, todo el sector eléctrico aguarda por las lluvias que llegarían este miércoles para descomprimir la situación y reducir el consumo de energía, que está tensionando al sistema al límite tanto desde el punto de vista de generación, como transporte y distribución.
Más allá de las debilidades de infraestructura, el fenómeno está siendo fuertemente influenciado por un evento meteorológico inédito. Se trata de la ola de calor más larga de la historia (desde que hay registros), con las temperaturas más altas alcanzadas para un mes de marzo. De hecho, según el Servicio Meteorológico Nacional, las temperaturas mínimas que se observan durante las mañanas de estos últimos días suelen ser las temperaturas máximas para un mes de marzo promedio.