La empresa estatal firmó un acuerdo con el Instituto alemán Fraunhofer, uno de los más prestigiosos del mundo en la materia. Será a partir de energía eólica en un predio de 200 hectáreas en Bahía Blanca.
La empresa estatal Ieasa concretó el primer paso en el desarrollo del hidrógeno verde y anunció el primer proyecto a gran escala en el país tras un acuerdo con el Instituto alemán Fraunhofer.
Se trata de uno de los actores más prestigiosos de todo el mundo en la materia que ya está trabajando con Chile y, en nuestro país, realizó una serie de estudios con resultados muy positivos para la provincia de Río Negro. En este caso, la firma contempla una importante transferencia de conocimiento y la participación activa de Ieasa en los procesos de análisis.
“Estamos en el inicio de una nueva era en materia energética y debemos tener un rol esencial mediante hechos concretos que tiendan a transformar realidades. Este proyecto de energía sostenible será el vector de la transición energética en la República Argentina y un gran aporte para la reducción de las emisiones de carbono a nivel global, mediante su aplicación industrial y eventual exportación de amoníaco verde, posicionando a nuestro país como un actor central en el objetivo de cero emisiones netas de carbono para 2050”, señaló el presidente de la compañía, Agustín Gerez.
El proyecto tendrá lugar en un predio de 200 hectáreas en Bahía Blanca, propiedad de la firma estatal, en el que se construirá un hub de hidrógeno a partir de energía producida por un parque eólico de 200 MW.
Además de ser un lugar estratégico por el gran recurso eólico que posee, la ventaja de Bahía Blanca es la posibilidad de contar con un puerto de aguas profundas para exportar la futura producción de amoníaco verde a un menor costo logístico.
[Ieasa regulariza su deuda con el Banco Nación para financiar su expansión en el mercado energético]
“En marzo del corriente año, al asumir, incorporamos el hidrógeno como parte de nuestros objetivos sociales, y hoy, luego de meses de trabajo, empezamos a materializar uno de nuestros ejes de gestión. Además, es un enorme privilegio trabajar en colaboración con uno de los Institutos de desarrollo de conocimiento más importantes del planeta. En el mundo se empieza a consolidar la migración del financiamiento de proyectos de energías fósiles a sostenibles, que obliga a las empresas tradicionales del sector a transformarse y adecuarse para crear una alternativa de futuro posible y Argentina no puede ser ajeno a ello”, agregó Gerez.
Como explicó EOL, la ex Enarsa se encuentra en un proceso de expansión y apunta a funcionar como una firma testigo en casi todos los eslabones del mercado energético. Para eso, se valdrá de los 500 millones de dólares que le otorgó la recaudación al impuesto a las grandes fortunas y buscarán un financiamiento accesible por parte del Banco Nación, con quienes regularizaron una importante deuda, tal como adelantó este medio en exclusiva.
Según indicó Agustín Gerez, en diálogo con EOL, eso les permitirá encarar la primera etapa del proyecto con fondos propios. “Los volúmenes de producción los vamos a tener en 60 días cuando finalicemos el trabajo con Fraunhofer, al igual que el detalle de la inversión, que depende de la tecnología de electrolizadores que correspondan por los perfiles técnicos del agua utilizada”, dijo, marcando los pasos a seguir.
Desde el gobierno nacional, en cambio, se muestran más cautos y sostienen que “es un proyecto que queremos desarrollar, pero que está condicionado a un montón de factores”. Entre ellos, enumeran la finalización de la estrategia nacional a 2050 que se está llevando a cabo en base a estudios realizados e información técnica relevada, la sanción de la ley de promoción de exportaciones de hidrógeno que todavía está en discusión y la búsqueda de financiamiento con organismos multilaterales de crédito y alianzas internacionales. “Por ahora hay más ganas que otra cosa”, sintetizaron.