En enero debían empezar a ingresar unos 2 millones de barriles diarios nuevos, pero apenas se permitirán unos 500.000 barriles.
A pesar de la llegada de las vacunas contra el coronavirus y la mejora en el precio del Brent, la OPEP decidió extender el mayor recorte de producción de petróleo de la historia vigente desde mayo.
En ese momento, las potencias petroleras acordaron una contracción de 9,7 millones de barriles diarios durante tres meses para después flexibilizar ese ajuste en 7,7 millones por el resto del 2020.
Según lo pautado, en enero debían entrar en producción otros 2 millones de barriles diarios para flexibilizar el recorte en 5,7 millones. Sin embargo, apenas se abrirá el grifo para medio millón de barriles.
Sucede que, si bien las expectativas de crecimiento de la economía global han mejorado notablemente, a corto plazo la actividad sigue muy golpeada. La industria no se ha recuperado, la mayoría de los aviones siguen parados y la segunda ola de contagios que azota a Europa está lejos de controlarse incluso con el comienzo de los planes de vacunación.
En este marco es que un grupo de países liderados por Arabia Saudita presionaban para continuar sin cambios por otros tres meses. Del otro lado, Rusia y Emiratos Árabes Unidos se negaban rotundamente y querían hacer valer ese ingreso de 2 millones de barriles extras que ya contemplaban sus presupuestos.
[A pesar de la vacuna, el precio del crudo seguiría muy por debajo de los niveles prepandemia]
De esta manera es que, luego de cuatro días de extensas discusiones, se pactó una posición intermedia de apenas un cuarto del aumento de producción contemplado originalmente al menos durante el mes de enero.
La noticia sorprendió positivamente al mercado y los precios del Brent rápidamente subieron hasta los 49 dólares el barril. “Por el aumento de demanda de China y la devaluación del dólar frente a las monedas, el mercado reacciona intempestivamente y los futuros saltan 2%”, incluyó entre los motivos del alza el analista de mercados Francisco Uriburu.
“El mercado de petróleo está muy sensible a los anuncios de menor producción que lo esperado. La esperanza vía vacuna de un aumento del Jet Fuel por la suba de viajes en avión y el hecho de que Biden podría crear algún conflicto en el suministro de petróleo a China por tratar de mantener el conflicto comercial operan en el mismo sentido”, agregó.