El instituto que preside el ex secretario de Energía publicó un nuevo informe que critica la iniciativa oficialista. Las tarifas, aún sin resolución.

El Instituto Mosconi publicó un nuevo informe en el que endureció sus críticas al Plan Gas por la falta de estimaciones adecuadas respecto al costo que le significará al Estado y la ausencia de “una política tarifaria clara y previsible”.
Días atrás, el think tank que preside Jorge Lapeña había señalado que no se condice el nivel de subsidios estimado por el Gobierno con el Presupuesto 2021 y, sumado a esto, ahora subraya que “las mayores erogaciones fiscales indirectas, a través de los subsidios a Cammesa vía un incremento en el precio del gas para la generación eléctrica, podría llevar el costo fiscal total del plan a superar los USD 2.000 millones en el año 2021”.
A su vez, en esta oportunidad también apuntó contra el Enargas, cuyo titular Federico Bernal paradójicamente también se manifestó en contra de la iniciativa. “El esquema de abastecimiento a las distribuidoras, es decir a los usuarios residenciales, se definirá en una subasta cuyo diseño no se conoce. Solo una proporción de ese precio será trasladado a tarifas finales, una función a cargo de entes reguladores intervenidos y que, a poco de cumplir un año de funciones, todavía no han concluido la auditoría de las revisiones tarifarias integrales ni tampoco han convocado a realizar revisiones extraordinarias”, señaló el Mosconi.
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En los últimos meses, el futuro tarifario fue uno de los temas que más diferencias expuso dentro del seno oficialista y que llevó a que Federico Bernal, titular del ente regulador, saliera a aclarar que el aumento en las tarifas todavía no estaba confirmado, lo que había anticipado el secretario de Energía Darío Martínez y que posteriormente fue ratificado por el propio Alberto Fernández.
Por otra parte, Lapeña dice que “deberían revisarse los fundamentos por los cuales el Gobierno estima que en ausencia del Plan Gas 4 las importaciones crecerían de forma exponencial”. De esta manera, deja un poco más que entrever que desconfía que, de no implementarse el Plan Gas, las importaciones de gas aumentarían de manera resonante.
Producción de gas
“Durante la pandemia -dice el Mosconi, en esta misma línea de pensamiento-, un total de cinco empresas que abarcan el 50% de la oferta de septiembre de 2020 tuvo aumentos en la producción de gas de alrededor del 13% respecto al mismo mes del año anterior y algunas de ellas han logrado incluso que su producción acumulada durante la cuarentena haya sido mayor a iguales meses del año anterior”.
Y continúa: “esto es una situación paradójica debido a que uno de los principales argumentos para la implementación del Plan Gas 4 es que en ausencia de éste la producción caería aceleradamente”.
El think tank entiende que el Gobierno hace un diagnóstico fallido de la producción gasífera, la cual entiende que no ha mermado con la magnitud que sostiene la cartera energética y recae en el concepto del gas asociado. Explica que “la caída en la producción de petróleo en las Cuencas Neuquina, Golfo San Jorge y Cuyana ha provocado una reducción significativa del ‘gas asociado’ y por lo tanto una reducción de la oferta total de gas natural. La conclusión que saca es que “esto puede implicar una sobre estimación de la importación de gas”.