En el gobierno confían en que el sindicato acatará la conciliación obligatoria en las próximas horas y que no habrá problemas de desabastecimiento.
La tensión en el mundo gremial de la industria petrolera es total. Además de la conflictividad creciente entre el sindicato de Guillermo Pereyra y las empresas productoras, ahora se suma un paro de los trabajadores de las refinerías que podría provocar desabastecimiento de combustible.
“Fueron muchos meses de espera. Hoy finalizan los tiempos legales para el aumento del 13,5%; y aún no recibimos ninguna propuesta de la Cámara”, explicó Gabriel Matarazzo, secretario general de la Federación en Bahía Blanca.
La medida comenzó el jueves a la medianoche y se mantiene por tiempo indeterminado a pesar de la conciliación obligatoria que dictó el ministerio de Trabajo y que todavía no han acatado.
“La conciliación ya la acatamos en el mes de agosto. No sé por qué mandan otra conciliación más. Yo creo que el ministerio debería estar abocado a tratar de que las empresas revean su intransigencia. No estamos pidiendo nada raro, son cuestiones de la paritaria del 2019”, agregó Matarazzo a EOL.
“La conciliación ya la acatamos en el mes de agosto. No sé por qué mandan otra conciliación más. Yo creo que el ministerio debería estar abocado a tratar de que las empresas revean su intransigencia”
Gabriel Matarazzo
En concreto, los trabajadores exigen el cumplimiento de los términos acordados el año pasado más un nuevo aumento del 30% para el 2020 que las empresas dicen no poder concretar a causa de la fuerte crisis que golpea al sector.
El bloqueo afecta a la refinería de Axion en Campana, la de Trafigura en Bahía Blanca y la de Shell en Dock Sud. Es decir, no tiene injerencia en las plantas de YPF donde se procesa más de la mitad del crudo comercializado del país, ya que la Federación no tiene representación gremial en la petrolera de bandera.
De todos modos, le resultaría imposible abastecer a todo el mercado de mantenerse la acción de fuerza, cosa que en el gobierno confían que se levantará en las próximas horas. “El diálogo con el sindicato es permanente y tenemos su compromiso para acatar la conciliación. Nos avisaron que iba a haber un poco de ruido por la mañana producto de las asambleas”, sostienen.
A pesar de la sintonía con las amenazas de Guillermo Pereyra, el paro está lejos de tratarse de una acción coordinada y conducida por el ex Senador. Ambos sindicatos mantienen un histórico enfrentamiento que lograr sobrellevar a partir de una clara división geográfica. Mientras que Pereyra controla los afiliados de Neuquén, Río Negro y La Pampa, el gremio de Pedro Milla tiene bajo su potestad los yacimientos de Tierra del Fuego y Mendoza y la mayoría de las refinerías del país.