Inicio Actualidad Los combustibles subirán un 4% por mes hasta agosto

Los combustibles subirán un 4% por mes hasta agosto

El Gobierno acordó la extensión del programa Precios Justos con un leve alza respecto al 3,8% de marzo y logró contener las pretensiones de las petroleras que cuestionaban la disparada de costos.

Tras meses de indefiniciones por la incertidumbre de las variables macroeconómicas y a sólo dos días de la fecha pautada para actualizar el precio de los combustibles, el Gobierno y las refinadoras llegaron a un acuerdo para renovar el programa Precios Justos.

En una reunión en la que participaron las grandes jugadoras del sector junto a Flavia Royón y Matías Tombolini, se rubricó un ajuste mensual del 4% que tendrá vigencia hasta el 15 de agosto, es decir, apenas superadas las PASO.

El porcentaje se ubica levemente por encima del 3,8% fijado en marzo y echa por tierra la idea de un sendero a la baja. No obstante, considerando la disparada de precios del conjunto de la economía, se trata de una suba más que acotada que lejos está de subsanar el atraso que se acumula en el rubro refinador.

Estuvieron presentes en el anuncio Alejandro Cerviño (Gerente de Relaciones Externas y Gubernamentales de Raízen Argentina S.A), Agustín Agraz (Vicepresidente de Relaciones Institucionales de Operaciones Downstream de Pan American Energy), Alejandro Fernández (Vicepresidente comercial de YPF) y Martín Urdapilleta (Gerente General de Trafigura).

“Entendemos que esto requiere esfuerzo de las empresas, el Estado ya está haciendo un esfuerzo de manera de contener los precios y anclar la expectativa inflacionaria para que esto no tenga un efecto en los precios y en el bolsillo de la gente”, dijo la secretaria de Energía.

En tanto, Matías Tombolini aseguró que “la firma de este acuerdo nos permite dar una señal de previsibilidad a consumidores, usuarios y empresas y, además, acompaña la hoja de ruta establecida por el ministro Massa que nos impulsa a sostener el equilibrio fiscal y cuidar las reservas”.

Vale recordar que, como paso previo indispensable para este pacto, el Gobierno debió prorrogar el congelamiento de impuestos a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono, lo que le está generando una pérdida de ingresos fiscales equivalente a los 600 millones de dólares por trimestre.

El atraso en este sentido es tan grande que, de querer normalizar este cobro impositivo, las naftas deberían subir más de un 22% de un sólo golpe sin solucionar los márgenes de ganancia de las refinadoras, que no verían un peso de semejante suba a destinarse a las arcas del Tesoro.