El fluido que cotizaba a precios récords hasta hace pocas semanas, ahora sufre una contracción superior al 40%. El rol de China, Rusia y la variante Omicron.

Europa respira aliviada. En la víspera de un invierno que prometía tener las tarifas energéticas más altas de la historia, el precio del gas vuelve a acomodarse en los rangos estándar de los últimos años.
Tras los valores récord que llegaron a registrarse en septiembre y octubre, en los últimos 10 días el Henry Hub sufrió un desplome del 35%, que se eleva al 42% respecto al pico de fines de octubre.
[El petróleo se desploma más de un 10% por la nueva variante africana de covid]
El sendero coincide con el mercado del petróleo, donde se observa una baja similar relacionada al surgimiento de la variante Omicron que amenaza con ralentizar el crecimiento económico internacional, pero en el caso del gas emergen una serie de factores particulares que profundizan este declive.
En primer lugar, sorprendentemente, el clima en el hemisferio norte está siendo menos hostil a lo pronosticado, por lo tanto, hay menos consumo de gas para calefacción residencial. En segundo término, se ve un incremento de las ventas spot de Rusia, lo que trae una mayor seguridad a la oferta gasífera europea. Finalmente, se produjo un comportamiento especulativo en el mercado financiero que ayudó a esta tracción bajista.
“Los traders estuvieron especulando mucho con el spread de futuros de gas y les salió mal. Vendían contratos de Europa y compraban en Estados Unidos jugando al spread. Y al estar vendidos en Europa, hicieron bajar mucho el precio del gas”, indica a EOL el analista de mercados, Francisco Uriburu.
[Las claves para entender la mayor crisis energética en la historia de Europa]
Otros de los motivos financieros para explicar este desplome que destaca el analista son la valorización del dólar frente a otras monedas y el desvío de las inversiones hacia el mercado de energías renovables. Pero la causa más importante, para Uriburu, es el complicado momento que atraviesa la economía china.
“Lo más grave es que China se está parando. Había subido un 8% y ahora se está desacelerando al 5%. Tienen un gran problema en todo el sector del real estate con más de 1.600 grandes obras frenadas con problemas en la cadena de pago. Y cuando la economía china se desacelera, todos los commodities sufren, así que el mercado va a seguir con esta altísima volatilidad”, agregó.