
El Sindicato del Personal Jerárquico y Profesional del Petróleo y Gas Privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa expresó su preocupación por los despidos registrados recientemente en la cuenca neuquina de Vaca Muerta.
A través de un comunicado, el gremio destacó las cifras alcanzadas en la industria en el último tiempo. Según datos oficiales de la Secretaría de Energía de la Nación y de las propias operadoras, en junio, la producción de hidrocarburos alcanzó niveles que no se registraban desde hace más de dos décadas. En el caso del petróleo, el incremento interanual fue del 16,2%, mientras que en gas natural llegó al 7,6%. Para el sindicato, este desempeño fue posible gracias “al esfuerzo de toda la familia petrolera”, incluso en períodos críticos como la pandemia.
El secretario general del sindicato, Manuel Arévalo, expresó: “Tal vez, los que hoy dicen o minimizan la gravedad que significa dejar gente en la calle, no estaban y no conocen verdaderamente la situación que hemos atravesado, poniendo siempre el hombro para que Vaca Muerta funcione para beneficio del país, apostando permanentemente a la paz social, participando activamente en las mesas de consenso”.
El dirigente advirtió que el sindicato “no va a normalizar situaciones” en las que “se dé por sentado que la caída de la actividad y los despidos son consecuencia de una supuesta variación del precio internacional del crudo”, algo que, según remarcó, no ocurrió.

Además, en el mismo comunicado, la agrupación apuntó contra las grandes empresas que están presentes en la cuenca: “Es fácil para las compañías, tanto nacionales como multinacionales, tomar determinaciones en contra de los propios trabajadores, afectando también a la zona desde donde se obtiene toda la riqueza de gas y petróleo”.
“Vamos a defender todos los puestos de trabajo que corresponden a los petroleros jerárquicos afectados; con o sin conciliación obligatoria, no renunciaremos jamás a la defensa de los sagrados derechos de nuestros afiliados”, concluyeron.
La postura del gremio jerárquico se alinea con la del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, que lidera Marcelo Rucci, quien denunció que la industria atraviesa una situación difícil, con 1.200 despidos y más de 2.000 trabajadores suspendidos.