El proceso de privatización dio un paso importante tras la decisión que adoptó la asamblea de accionistas. Fuertes críticas se levantan desde la oposición.

En medio de denuncias de irregularidades en el proceso de apertura al capital privado, la Asamblea General Extraordinaria de accionistas de Eletrobrás aprobó este martes avanzar en la privatización de la compañía eléctrica, la mayor de América Latina y responsable de generar el 30% de toda la energía que demanda Brasil y el 40% de la distribución.
El encuentro se realizó de manera virtual, con elevado nivel de abstención, en tanto que el sindicato y el Banco Nacional de Desarrollo (BNDes) no votaron. De esta manera, los accionistas aprobaron la reestructuración societaria de la compañía estatal, avanzando hacia la creación de la Empresa Brasileña de Participaciones en Energía Nuclear y Binacional (ENBPar), que a partir de ahora será la dueña de Eletronuclear e Itaipú.
A partir de esta reestructuración de la compañía, que implicó la modificación de los estatutos y la baja de la participación estatal del 70% al 45%, entre otros aspectos, los mercados consideran un paso clave para avanzar en la privatización.
En paralelo, el Partido de los Trabajadores (PT), del expresidente y precandidato presidencial Luis Inácio “Lula” da Silva, presentó una medida cautelar ante el Supremo Tribunal Federal (STF), la máxima instancia del sistema judicial brasileño, remitiendo al accionar del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU), que no analizó los Procesos de Inspección y Control N° 55 y 56, enviados por la Cámara de Diputados, así como otros pedidos del Poder Legislativo, y facilitando la continuidad del proceso de privatización de la empresa estatal.
En ese sentido, la cautelar solicita que se suspendan todos los procedimientos de venta de Eletrobrás hasta que las irregularidades denunciadas por la Cámara de Diputados de la Nación sean investigadas por el TCU.

Ideología y cortocircuitos
El gobierno de Jair Bolsonaro, a instancias de su ministro de Economía, Paulo Guedes, sostiene contra viento y marea la necesidad de privatizar Eletrobrás y pretende completar todo el proceso antes del 14 de mayo. Sin embargo, recientemente el propio titular de Economía admitió que “podría haber retrasos”, en alusión a las instancias judiciales que están avanzando en relación al tema.
Para el Gobierno la capitalización de la empresa asciende a 67 mil millones de reales, unos 13,4 mil millones de dólares. De los R$67.000 millones, unos R$ 25.300 millones serán pagadas por Eletrobrás al Tesoro Nacional por concesiones de usinas hidroeléctricas, que tendrán nuevos contratos.
Además, habrá otros R$32.000 millones que serán utilizados “para aliviar la factura eléctrica a partir del año 2023”, a través de la Cuenta de Desarrollo Energético (CDE) y se destinarán R$2900 millones para la compra de combustible para la generación de energía en el norte del país, donde algunas localidades no están conectadas al sistema energético brasileño.
Y según trascendió el remanente será utilizado para revitalizar las cuencas de los ríos San Francisco, Minas Geráis y Goiás, además de la generación de energía en la Amazonía.
Quienes se oponen a la privatización argumentan que se trata de una compañía estratégica para el desarrollo económico brasileño e incluso que cuenta con activos por R$400.000 millones y que el gobierno de Bolsonaro quiere vender a precio de “banana”.
El proceso de privatización de Eletrobrás se metió de lleno en la campaña electoral al punto que ex mandatario y actual candidato presidencial Lula da Silva instó a los empresarios a mantenerse lejos del proceso.“Espero que los empresarios serios que quieren invertir en el sector eléctrico brasileño no se suban a este mecanismo extraño que los vendepatrias del gobierno actual están preparando para Eletrobras, una empresa estratégica para Brasil, meses antes de la elección”, señaló Lula en Twitter. Es una pulseada que promete nuevos capítulos tan pronto como avance el proceso electoral.