Una empresa estatal del gigante asiático dijo que tiene “un plan concreto” para llevar adelante el proyecto. En el Gobierno dicen que son varios los interesados en la obra.
La compañía PowerChina se mostró dispuesta a financiar el famoso tren de Vaca Muerta que buscaría conectar los yacimientos neuquinos con la ciudad de Bahía Blanca, en lo que significaría una inversión de entre 1.200 y 1.500 millones de dólares, según destacó la agencia Reuters.
Se trata de un viejo proyecto que nunca llegó a prosperar ante el cierre de los mercados de capitales durante el 2018 que desató la crisis económico de los últimos dos años de Mauricio Macri. Aun así, el ex presidente intentó avanzar y hace poco más de un año chocó frente a un apoyo muy escaso por parte de las petroleras, donde no se comprometieron a ocupar la cantidad de toneladas necesarias para que la licitación prospere.
Al contrario de otras iniciativas del gobierno anterior, Alberto Fernández se mostró favorable a esta traza ferroviaria, pero nunca concretó su ejecución. Hoy el tema vuelve a ubicarse sobre la mesa y expone los problemas de logística e infraestructura con los que lidia la producción hidrocarburífera en Vaca Muerta. No hay indicios de que el colapso de las rutas neuquinas encuentre una solución en el corto plazo, cuando el no convencional de la formación está explotado en apenas un 6%.
El desarrollo productivo del shale oil y el shale gas de Vaca Muerta –objetivo en el que coinciden todas las líneas discursivas del sector– hace cada vez más acuciante una toma de decisiones que permita que la logística no sea la piedra en el zapato que es hoy. En ese sentido, el tren emerge como una opción estratégica para solucionar los cuellos de botella y reducir los costos de transporte en una serie de insumos como la arena utilizada en las hidrofracturas, los tubos sin costura, baritina, cemento y otros materiales para la construcción.
“Hay un plan concreto en el que hemos estado trabajando durante casi dos años. Estuvimos hablando con gente de la ferroviaria ADIF para ver cómo se puede presentar el proyecto y luego buscar financiamiento conjunto”, dijo Tu Shuiping, presidente de PowerChina en Argentina, a Reuters. Con algo más de cautela, voces cercanas al Gobierno señalaron a EOL que las conversaciones existen, pero que “son varias las empresas interesadas en este tramo”. Al interés de la compañía china se sumaría la rusa TMH, lo que expone la puja geopolítica por insertarse en sectores estratégicos de la región.
PowerChina ya hizo base en nuestro territorio a partir de otros proyectos como la construcción del Parque Solar Cauchari, el más grande de Sudamérica ubicado en la provincia de Jujuy, el cual comenzó a aportar energía al sistema de distribución eléctrica desde el domingo pasado. También se suman el Parque Solar Cafayate y los parques eólicos Loma Blanca y Miramar.
Semanas atrás, el presidente Alberto Fernández recibió al gobernador neuquino Omar Gutiérrez para tocar temas vinculados a Vaca Muerta, fundamentalmente el planeamiento de obras para mejorar el estado de las rutas.
Aún sin certezas en cuanto al inicio de las obras, habrían acordado en la pavimentación de un tramo de 19 kilómetros de la ruta provincial Nº 67, que va desde el empalme con la Autovía Norte hasta la ruta provincial Nº 51. El propósito último, en definitiva, es descongestionar la circulación en la Ruta Nacional Nº 7 que conecta a la ciudad de Neuquén con el pueblo de Añelo, epicentro de la actividad.
Lo imperioso de que haya una red vial que esté a la altura del atractivo que presenta el subsuelo de Vaca Muerta ya ha expuesto diferencias entre el gobierno provincial y el Gobierno de Macri. A priori, Alberto Fernández parece haberse acercado más a los intereses de Neuquén, siempre con la noción última del rol fundamental que tiene el shale de Vaca Muerta en la aspiración de obtener divisas en el futuro.
