Tras una inversión de 30 millones de dólares y 70 días desde su inicio, completó exitosamente los trabajos de reparación y modernización de los equipos en la planta Catalítico A.
A partir de la puesta en marcha de la planta Catalítico A, la Refinería de YPF ubicada en el complejo industrial de La Plata logró una mayor eficiencia en su operación, en donde realizó trabajos de apertura, limpieza, inspección, reparación en 116 equipos y el cambio de 640 válvulas.
El operativo llevó 70 jornadas de trabajo por parte de 800 operarios especializados y requirió una inversión de 30 millones de dólares. De acuerdo a lo que indicó YPF, este “paro por mantenimiento tuvo como objetivo asegurar la confiabilidad y disponibilidad de la planta ubicada en el corazón del complejo industrial más grande la Argentina”.
Los trabajos en el área, además, implicaron el reemplazo de 550 líneas de agua de refrigeración, una turbina a vapor por un moderno generador eléctrico que brindará mayor eficiencia energética y seguridad. “Se trata de un generador de una potencia de 3500 KVA, que permitirá un ahorro de 25 toneladas de vapor/hora. El rendimiento de la unidad eléctrica es del 98% contra el 54% de la turbina a vapor, indicó la compañía de bandera.
[ Los planes ambientales de las petroleras argentinas para reducir su contaminación ]
El Complejo Industrial de La Plata de YPF es uno de los complejos más grandes de América del Sur y uno de los activos industriales más dinámicos de la Argentina. La refinería posee la capacidad de procesar todas las variedades de crudo que se producen en el país para obtener una amplia gama de productos.
A través de la operación de 26 plantas de proceso que se ubican en una superficie total de 400 hectáreas, tiene una capacidad de refinación de 30.000 metros cúbicos por día.
La planta en cuestión, una unidad de craqueo catalítico, tiene la tarea de convertir corrientes de hidrocarburos de bajo valor, provenientes de otras unidades de la Refinería, en productos de mayor valor y utilidad, por ejemplo: naftas, materias primas petroquímicas y para la industria del caucho, gas licuado de petróleo (para garrafas), gasoil y gas combustible para hornos y calderas.
La eficiencia energética en toda la cadena que hace a la producción hidrocarburífera es uno de los principales objetivos que tienen las compañías petroleras en pos de lograr una merma en su huella de carbono.
Como parte de sus metas ambientales, YPF planteó reducir en un 10% la intensidad de las emisiones de CO2 equivalente y lograr un avance del 10% en materia de eficiencia energética para 2023, así como también del 70% en la producción de combustibles bajos en azufre para ese mismo año.
