En su visita a la Argentina, el presidente Luis Arce aceptó elevar en un 50% la oferta inicial que ponía en riesgo el abastecimiento de Jujuy a Córdoba.
Tras casi un año de negociaciones y con una adenda contractual que se mantenía vencida desde hace unos 100 días, Argentina acordó con Bolivia un nivel de envíos de gas que permiten evitar una crisis de desabastecimiento en todas las provincias del noroeste e incluso en Córdoba.
Debido al declino de producción que viene sufriendo, el país vecino se manifestaba capaz de entregar solamente 9 millones de metros cúbicos diarios durante el próximo invierno, lo que significaba una caída de casi el 50% respecto al año previo.
Finalmente, mediante una negociación a tres bandas con Brasil para que ceda parte del gas que le correspondía -a sabiendas de la recuperación de su parque generador hidroeléctrico-, el presidente Luis Arce aceptó mantener el nivel de entregas del 2021.
De esta manera, en su visita a la Casa Rosada, firmó una declaración conjunta con Alberto Fernández para suministrar 14 millones de metros cúbicos diarios y la posibilidad de entregas adicionales en caso de haber excedentes.
[¿Cómo siguen las negociaciones por el contrato de gas con Bolivia?]
“En el caso de que Bolivia incremente su producción de gas, la Argentina tendrá prioridad”, dijo el mandatario argentino, aunque no se precisó aún los precios acordados en el caso del gas garantizado ni el eventual excedente que se genere a futuro.
Por su parte, el presidente Arce afirmó: “estamos haciendo un esfuerzo para mantener los niveles de la gestión pasada” y anticipó una renegociación del contrato con Brasil que firmó el Gobierno de su predecesora de facto Jeanine Añez.
Por otro lado, ambos países avanzarán “en la consolidación de la agenda energética bilateral” que incluye el análisis de oportunidades de inversión para YPFB en Vaca Muerta y el desarrollo conjunto en materia de investigación de toda la cadena del litio.
Tal como sucedió el año pasado, el documento tiene vigencia por un año a modo de parche y queda pendiente un nuevo acuerdo que tenga vigencia hasta la finalización del mismo que, si bien estaba pautada para el 31 de diciembre del 2026, ahora se manifestó la intención del “cese de derechos y obligaciones antes de la gestión 2025”.
La idea es que, para esa fecha, Argentina cuente con un desarrollo tal de Vaca Muerta y una expansión de su sistema de transporte por gasoductos, que le permitan prescindir del fluido boliviano. Por su parte, Bolivia también prefiere sacarse de encima sus obligaciones contractuales debido al preocupante declino que viene sufriendo año a año.
