En una entrevista con EOL, la secretaria Flavia Royón revela las principales reuniones que tuvo en su visita a Berlín y los puntos centrales de negociación con el gobierno y empresas alemanas. La coyuntura local y el futuro de los precios de naftas y tarifas.
Luego del corte de suministro de gas por parte de Rusia en el marco de la invasión a Ucrania, Alemania emerge como uno de los países más interesados en el potencial energético argentino y las conversaciones para acelerar una integración en este sentido avanzan con gran rapidez.
“No pasan de una a dos semanas los contactos con Alemania para buscar mecanismos o bancos para financiar proyectos vinculados a energías renovables”, grafica la secretaria Flavia Royón, y pone como ejemplo el interés en cinco líneas de alta tensión que demandarán alrededor de 1.700 millones de dólares de inversión y que solucionarían gran parte del cuello de botella que hoy no permite instalar más parques eólicos y solares.
En su paso por la capital germana para participar del Berlin Energy Transition Dialogue (BETD) en el comienzo de una fría primavera europea, la titular de la cartera energética recibió a EOL en la Embajada de la República Argentina y reveló los puntos centrales de sus reuniones con funcionarios públicos y empresarios.
¿Cómo fue la agenda de su misión a Alemania en estos días más allá de su participación en la BETD 2023? ¿Qué reuniones tuvo y qué interés está viendo por parte de inversores alemanes?
Nosotros venimos trabajando con el gobierno alemán en los diálogos energéticos. El sentido de la visita, en estos diálogos energéticos, hemos planteado que una de las limitantes que tiene Argentina para la incorporación de más energías renovables en su matriz son las líneas de transmisión. Así que estamos trabajando en lograr el financiamiento para estas líneas. Tenemos un máster plan de líneas de transporte y queremos dejar encaminados, con financiamiento y en lo posible licitados, 5.000 km de líneas de alta tensión. Hemos presentado el máster plan de transporte eléctrico y el gobierno y las empresas alemanas seleccionaron cinco líneas particularmente.
¿Cuál es el monto de financiamiento que se está negociando por esas líneas?
El plan en su totalidad es de 9.000 millones de dólares, de los cuales 3.000 millones corresponden al plan de expansión de corto plazo. El gobierno y las empresas alemanas seleccionaron particularmente cinco líneas que representan alrededor de 1.700 millones, pero aún no hemos definido los montos, ni hemos discutido un cupo. Estamos trabajando en los mecanismos de financiamiento y también nos interesa que Alemania colabore en financiar el desarrollo del hidrógeno verde con alguna planta experimental.
Durante su exposición en la conferencia, usted mencionó que se va a estar presentando un proyecto de ley de promoción del hidrógeno durante el próximo mes. ¿Hay un consenso con la oposición en este sentido después de tanto tiempo de debate en torno a este proyecto?
No hemos conversado abiertamente con la oposición. Tanto el proyecto de GNL como el de hidrógeno están avanzados. La política entiende que son temas que hacen al desarrollo argentino, así que confío en que va haber tiempo en la agenda para la discusión de estos proyectos.
¿Cuáles serían los pilares del proyecto en términos de incentivos?
El proyecto habla de la disponibilidad o la libre aplicación de los dólares generados por la exportación, habla de seguridad jurídica y fiscal porque requieren un tiempo muy largo de repago y porque el hidrógeno es un sector tecnológicamente nuevo. Esto también nos lleva a dar los incentivos fiscales para bajar el riesgo. El proyecto habla de incentivos impositivos, pero también de contenido nacional y transferencia tecnológica. La visión que tenemos es que en sectores nuevos como el del hidrógeno, nosotros tenemos que tener la sabiduría de poder crear cadenas de valor y proveedores de cierta complejidad. La industria y el sector científico tecnológico es capaz de hacerlo. Argentina tiene que convertirse no sólo en un exportador a futuro de hidrógeno, sino también en un exportador de industria y servicios relacionados al hidrógeno.
Durante estos días hemos visto que países vecinos como Uruguay o Chile han firmado acuerdos con Alemania y parecerían estar más avanzados en esta carrera del hidrógeno verde. ¿Considera que este proyecto de ley le va a permitir a la Argentina revertir su alto costo financiero y tener mayor competitividad?
En líneas generales, todos los proyectos de inversión en Argentina necesitan estabilizar la macroeconomía y bajar el riesgo país. Particularmente el sector minero y el energético asumen más riesgo. De todas maneras, Argentina ya tiene una planta de hidrógeno verde en la Provincia de Chubut desde el 2008. Los proyectos de Chile y Uruguay son a escala piloto y en el mundo no hay ninguna planta a gran escala, por lo que no considero que Argentina tenga la carrera perdida ni mucho menos. Estamos todos en la misma línea de largada. Para ser concretos, YPF está interesada en participar en una licitación por amoníaco verde en Alemania e Y-TEC está avanzando en el desarrollo de electrolizadores. No veo que Chile y Uruguay estén más avanzados que la Argentina.
Otra de las discusiones de larga data con Alemania pasa por el financiamiento de la central hidroeléctrica Chihuido. ¿Se pudo avanzar en destrabar el giro de fondos?
El gobierno alemán ya comprometió los avales. Parte de la misión giró en trabajar en destrabar este financiamiento. Durante estos días tendremos más reuniones en este sentido.
[Punto por punto, todos los temas que se trataron en la misión energética de Royón a Alemania]
También es sabido que otro de los temas de interés de Alemania es el gas natural, donde Argentina está avanzando con la ampliación de su capacidad de transporte, pero todavía necesita financiamiento para comenzar la segunda parte del gasoducto Néstor Kirchner. ¿Han podido tener conversaciones en ese sentido?
Alemania hoy tiene una coalición de gobierno que sólo financia proyectos que tengan que ver con energías renovables. Con lo que sí estamos avanzando rápidamente es con las líneas de alta tensión y los proyectos hidroeléctricos, que sin duda alguna son renovables. No pasan dos semanas que estamos en contacto para buscar mecanismos o bancos para poder financiar estas obras.
Pasemos un poco a la coyuntura local. Hay mucha expectativa respecto al sendero de aumentos de combustibles a partir de abril. ¿En qué rango de aumento podemos estar hablando?
No está definido. Cuando vuelva a la Argentina, conversaré con el ministro Massa, pero hasta el momento no hay nada.
¿Qué nos puede decir de las primeras semanas de intervención de Edesur? ¿Con qué se encontraron y cuáles son los pasos a seguir para solucionar las urgencias de corto plazo en la prestación del servicio?
Mañana justamente discutiremos el plan de obras para identificar las más prioritarias y así llegar mejor al invierno y al verano que viene.
¿Tienen novedades respecto al oleoducto de Otasa para exportar a Chile?
Se está trabajando con la parte chilena que ha tenido algunos problemas, pero la fecha estimada de inauguración es en mayo.
Después de lo que fue la revisión de las cuotas con el FMI, se destacó el esfuerzo fiscal que debe hacer la Argentina para compensar el efecto sequía con una mayor quita de subsidios energéticos. ¿Eso cambia las pautas tarifarias anunciadas para abril y junio?
Nosotros al margen de la conversación con el FMI, teníamos una hoja de ruta que se va a seguir manteniendo. Nosotros habíamos dicho que en febrero íbamos a hacer la quita total de subsidios y decidimos postergarlo al mes de mayo porque veíamos que todavía quedaba gente que no había accedido al registro. Desde febrero estamos con una campaña muy agresiva en todas las redes sociales y celulares, así como también en operativos en el territorio para que cualquiera que lo necesite pueda acceder al subsidio. Nuestro compromiso es que los salarios le deben ganar a las facturas de los servicios. Al único que se le va a retirar los subsidios a partir del 1 de mayo es a aquel que no lo solicite o al sector de altos ingresos, porque realmente la mirada es un sector de tarifas más justas donde el que pueda pagar, lo haga. Si dimos tarifa en abril y en junio es importante que se controle que esas tarifas repercutan en una mejora de calidad del servicio. Está el compromiso hacia fin de año de revisar y volver a dar una mejora tarifaria y nos comprometimos a convocar la RTI lo antes posible.
¿Llegamos al 20 de junio con la primera etapa del gasoducto terminada?
Sí.
¿Y cómo sigue la segunda etapa?
La primera etapa ya significa un ahorro de importaciones de energía importante. Lo que se arranca de manera inmediata es la reversión del gasoducto norte que ya tiene financiamiento de la CAF. Esta obra es estratégica y prioritaria frente al declino que está teniendo Bolivia y porque hoy el norte argentino no está teniendo alternativa de suministro. Necesitamos la reversión de manera urgente y eso va a posibilitar no sólo aumentar nuestro porcentaje de autoabastecimiento, sino también en el futuro exportaciones hacia Chile o a Brasil. Eso estaremos en condiciones de avanzar en el transcurso del mes de abril. En cuanto a la segunda etapa del Néstor Kirchner, estamos trabajando en los términos financieros, pero también es la intención que durante este año avancemos en la licitación.
¿En esta etapa de reversión que financia la CAF, vamos a tener excedentes para exportación o eso queda para una segunda etapa?
Sí, podríamos tener excedentes en verano. Es una obra que demora entre 12 y 18 meses.
Por lo tanto, no se renovaría el contrato con Bolivia. ¿Es así?
Nosotros estamos previendo que una vez que esté la reversión finalizada, ya podríamos sustituir a Bolivia. Pero a fines de este año no vamos a llegar a terminar la obra. Trataremos de que llegue al invierno del 2024.