La producción de energía secundaria sufrió en junio su mayor caída mensual desde el peor momento de la pandemia de Covid-19, como consecuencia de la recesión y la menor cantidad de días hábiles que tuvo dicho mes. Sucedió pese a que en el acumulado del segundo trimestre se observaron mejoras.
El INDEC informó este martes que el Indicador Sintético de Energía (ISE)se hundió 10,8% respecto de mayo, significando así la variación negativa más profunda desde abril de 2020, cuando se verificó un derrumbe del 21,9% tras la cuarentena decretada en aquel momento por el Gobierno de Alberto Fernández.
En términos interanuales la contracción fue del 5,2%. Dentro de los componentes del ISE, la principal caída se observó en el gas distribuido a industrias y hogares (-6,6%), sin incluir el entregado a centrales eléctricas.
Asimismo, para la generación eléctrica (neta de la utilizada como insumo en el proceso de producción de las centrales eléctricas) el declive fue del 6,1%, mientras que para los derivados de petróleo (que incluye el gasoil, el fueloil y las naftas, entre otros productos) la producción bajó 3% en comparación con junio de 2023.
Aun así, en el segundo trimestre el ISE exhibió un incremento del 1,3% contra el mismo período del año pasado y del 1,5% contra el primer trimestre de 2024.
Para el tercer trimestre (que está próximo a terminar), una encuesta realizada por el INDEC mostró que la mitad de las firmas del sector de electricidad preveía que la demanda interna aumente y la otra mitad no avizoraba cambios.
En el sector gasífero, el 83,3% de las firmas consultadas no estimaba aumentos en la demanda y en el sector petrolero ese porcentaje fue del 63,6%.
Vale recordar que el ISE mide el desempeño de la producción del sector energético a partir de un conjunto representativo de formas secundarias de energía, conformado por los diferentes productos energéticos que provienen de los distintos centros de transformación y cuyo destino son los diversos sectores de consumo u otros centros de transformación.