Inicio Ambiente Cuál es el presente del “oro blanco” en la Argentina

Cuál es el presente del “oro blanco” en la Argentina

El litio se extrae cada vez más rápido en el país pero, ¿qué representa esto actualmente y hacia dónde va la industria del litio?
Litio

Parece que en unos años, el litio se posicionará como uno de los minerales centrales en la Argentina. Si bien hay solo dos proyectos trabajando, más de 40 están a la espera de trámites aprobatorios. Hasta ahora hay 17 empresas invirtiendo millones de dólares en el país para su extracción. El incremento de la demanda internacional, y el fuerte apoyo económico que tanto las provincias como Nación convierten al país en un tentador sitio de inversión.

La Argentina, junto con Chile y Bolivia, poseen el mayor depósito de salmueras de litio en el mundo. Alrededor de un 80% de los yacimientos del mundo se encuentran en una especie de triángulo que se dibuja entre los tres países. Del lado argentino, tanto Catamarca como Salta y Jujuy son las principales provincias que tienen este mineral.

Desde hace varias décadas se extrae el litio en la Argentina, sin embargo, en los últimos dos años la producción ha incrementado exponencialmente. Tan solo entre 2021 y 2022 hubo un 200% más extracción. Esto se debe especialmente a la demanda internacional, que registró un meteórico aumento del 438% en abril de 2022. Para el país, los principales clientes son China (43%), Japón (29%), Corea del Sur (14%), Estados Unidos (!0%) y el resto del mundo (4%).

Según información de la Dirección Nacional de Promoción y Economía Minera, en enero de este año, 17 empresas habían anunciado inversiones en el rubro para participar en 27 proyectos. No obstante, a partir de una exhaustiva investigación, la organización Fundación Ambiente y Recursos Naturales determinó que la cifra se eleva a 46 proyectos en diferentes en salares (que tardan más tiempo en producir) y pegmatitas (con una producción más acelerada) .

Hasta ahora, solo hay dos proyectos en producción y uno en producción parcial: Fenix en Jujuy (20.000 toneladas al año), Salar Olaroz en Catamarca (15.000 toneladas al año), y Salar del Rincón en Salta (S/D). En conjunto, el mayor número de proyectos se concentra en Salta (28), Jujuy (8), Catamarca (6), San Luis (2), Jujuy y Salta (1) y Córdoba (1).

Según los informes del Ministerio de Desarrollo Productivo (hasta octubre del 2021), se pretenden invertir alrededor de 6116 millones de dólares en el desarrollo de esta industria, y se proyecta producir más de 368.000 toneladas de carbonato de litio al año. No obstante, la producción actual no supera las 50.000 toneladas anuales.

En muchos sentidos, se espera la llegada de la industria a las provincias. Primero por la derrama económica que aún con estas leyes puede generar. Y segundo, porque posibilita el desarrollo de una industria que promueva la transición energética.

Pero no solo se habla del litio como materia prima para baterías, investigadores del CONICET han planteado la posibilidad de usar este mineral para la producción de litio-6 y litio-7 que se utilizan para generar energía nuclear en pequeños reactores. Algo que, en su última visita al país, el director general de la IAEA, Rafael Mariano Grossi, proyectó como posibilidad para el país.

Existen preocupaciones desde algunos sectores de las provincias en las que temen que el marco normativo tanto nacional como provincial no promuevan el beneficio local con la llegada de las empresas (que salvo por una, Jemse del gobierno de Jujuy, todas son extranjeras), y que al terminar todo, no quede ningún tipo de desarrollo. En general, estos argumentos se basan en dos situaciones planteadas en el marco normativo:

Por un lado, el Código Minero argentino permite que cualquier empresa privada adquiera yacimientos públicos de litio vía concesiones provinciales sin condiciones, mismas que luego pueden hipotecar o vender.

Por otro lado, la Ley de Inversiones Mineras de 1993, estipula que las empresas que decidan explotar minerales a traves de concesiones otorgadas gozan de enormes exenciones impositivas, estabilidad fiscal por 30 años y un régimen de regalías que prohíbe a las provincias cobrarles más del 3% del valor de las ventas.

La falta de recursos provinciales especialmente para Salta, Jujuy y Catamarca hacen probable que dichas concesiones pasen sin demasiados controles. Tal como sucedió con minerales como el oro en la provincia de Catamarca. Industria que ha generado muchos ingresos, pero que también ha remarcado la desigualdad. Hoy, la región del Noroeste argentino tiene un 40% de su población en situación de pobreza.

Otros sectores que se ven alarmantemente preocupados son el ambiental y los pueblos originarios. Principalmente, estos grupos se enfocan en las grandes cantidades de agua que se requieren para extraer y procesar dichos minerales. En promedio, se requieren 2 millones de litros de agua por cada tonelada de carbonato de litio producido, de las cuales una porción es agua potable. La mayor parte del agua se toma del subsuelo y viene mezclada con sales (conocidas como salmueras) por lo que no es para consumo humano. Habrá que ver qué debate se llevará a cabo en la próxima Mesa Abierta sobre Minería Abierta a la Comunidad que se llevará a cabo en San Juan mañana viernes.