Con un barril internacional levemente a la baja, esta vez, el incremento comunicado por YPF se justificó por el alza de los biocombustibles, el dólar, la inflación y la brecha con los países limítrofes.

Que en este contexto de espiral inflacionaria récord un precio tan relevante como la nafta aumente un 8,5% después de haber estado congelado por tres meses y medio parece más que razonable. Pero la particularidad de este incremento es que no se vio presionado por el barril de petróleo internacional como sucedió durante los últimos dos años.
En este caso, el costo principal de la refinación de naftas experimentó una baja del 5,8% en todo este período y de un sorprendente 22% respecto al pico de junio. Siempre, midiendo al Brent como referencia.
Fuentes allegadas a YPF sostienen que la suba del 19% del bioetanol fue uno de los factores más influyentes en esta etapa para decidir el aumento, del cual dos puntos porcentuales corresponden a este factor.
En segundo término, destacan que la devaluación en estos 100 días fue del 16% y la inflación perforó el 20%, con el efecto que eso tiene en la mayoría de los costos internos de la compañía.
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Ya en una comparación a más largo plazo, desde la Torre de Puerto Madero muestran que la nafta registró subas mucho menores al resto de los productos de consumo masivo. Por ejemplo, subió 35 puntos porcentuales menos que el pan desde julio del 2021, 16,7 puntos menos que el asado, 48,1 puntos menos que el pollo entero, 51,7 puntos menos que el aceite de girasol, 49,6 puntos menos que el vino común, 64,1 puntos menos que las prendas de vestir y 25,8 puntos menos que los medicamentos.
“Adicionalmente, YPF ha implementado una ayuda económica a su red de estaciones de servicio que equivale en promedio a aproximadamente 2 puntos del aumento total de naftas y gasoil”, dicen respecto a las dificultades logísticas de los últimos meses.
Finalmente, la brecha de precios con el combustible de los países limítrofes sigue trayendo complicaciones al abastecimiento de las regiones fronterizas por el cruce de vehículos y el contrabando.
“Se sigue registrando una importante diferencia de precios de combustibles con los países limítrofes, que promueve la salida del combustible hacia esos países y tracciona el consumo por parte de los vehículos de patente extranjera, generando un significativo incremento de la demanda de naftas y gasoil, que en las provincias del Litoral Norte y el NOA supera en 30% las cifras de 2019”, aseguran.