La startup NDB está desarrollando baterías originadas con piezas de residuos nucleares reciclados que no requieren ser recargadas durante su vida útil.

Durante décadas, los residuos nucleares fueron el principal motivo de los ambientalistas para oponerse a la generación eléctrica a partir de reacciones atómicas. Paradójicamente, ahora podrían convertirse en la herramienta principal para que el mundo pueda prescindir del uso de combustibles fósiles y llegar a la meta de emisiones cero.
La startup Californiana de energía verde, NDB (Nano Diamond Battery), está desarrollando nuevas baterías a partir de piezas de residuos nucleares reciclados que no requieren ser recargadas durante su vida útil. De esta manera, no sólo contribuyen al tratamiento de los residuos peligrosos, si no también por su alta eficiencia, podrían durar entre una década y 28.000 años sin necesidad de recargas, lo que cambiaría totalmente la forma de almacenar la energía, funcionando como pequeños generadores nucleares.
Este avance podría significar un gran paso hacia la tecnología limpia y sustentable, ya que en su funcionamiento no se generan emisiones de carbono. Sería como pensar que un celular no necesitaría ser cargado en más de 9 años, o que un auto no requeriría ni combustible ni recargar su batería en 90 años. Es como si cada dispositivo tuviera su propio generador de energía, camino a un futuro sostenible e innovador, reinventando la electricidad y creando un planeta poco dependiente de combustibles fósiles.
“Imagina un mundo en el que no tendrías que cargar la batería durante todo un día, ahora imagina que durante la semana, durante el mes… ¿Qué tal durante décadas? eso es lo que somos capaces de hacer con esta tecnología”, expresa Neel Naicker, Director Estratégico de NDB.
La energía nuclear, si bien es considerada como energía limpia, debido a que no emite gases de efecto invernadero, no es una energía renovable, ya que requiere del elemento uranio para su producción. A su vez, esta energía muchas veces viene cuestionada, impulsando a varios países a cerrar sus centrales, debido a los desechos radioactivos, peligrosos y contaminantes que se generan en su proceso, siendo una gran desventaja para la nuclear. Actualmente, estos residuos son almacenados con seguridad hasta que dejan de ser radioactivos en un promedio de 5.730 años, lo cual es mucho tiempo y ni siquiera 100% seguro, ni hablar de los costos para su almacenaje.

Las Baterías Nano Diamantes
Estas baterías ofrecerían una mayor densidad de energía que las de iones de litio, tienen un coste competitivo e incluso en algunas aplicaciones, podrían llegar a ser más económicas. Además, considerando que algunos de los proveedores de los residuos nucleares le pagarían a NDB para su correcto tratamiento y disposición.
Son prácticamente indestructibles y totalmente seguras para cualquier aplicación ya que sus niveles de radiación serían menores que los producidos por el propio cuerpo humano, tal como afirma NDB.
Si bien, técnicamente son baterías, debido a que contienen una carga que eventualmente se gastará, proporcionan su propia carga durante mucho más tiempo que la vida útil de cualquier dispositivo específico o usuario individual, lo que las convierte efectivamente en una solución sin carga.
NDB espera convertir su batería en una fuente viable de energía para casi cualquier cosa que la consuma, tanto a pequeña escala, incluyendo baterías de marcapasos, teléfonos inteligentes, dispositivos portátiles, pequeños sensores industriales, como a gran escala aviones, trenes, vehículos eléctricos. Para estos últimos, ofrecería una magnífica densidad de potencia en un paquete de baterías que se proyecta que durará hasta 90 años en esa aplicación.
“NDB tiene el potencial de resolver el gran problema mundial de las emisiones de carbono de un solo golpe sin los costosos proyectos de infraestructura, los costes de transporte de la energía o los impactos ambientales negativos asociados con soluciones alternativas como la captura de carbono en las centrales eléctricas de combustibles fósiles, las plantas hidroeléctricas, las turbinas o las centrales nucleares. La capacidad de su tecnología para suministrar energía durante períodos de tiempo muy largos sin necesidad de recargar, repostar o prestar servicios les sitúa en una posición ideal para hacer frente a las necesidades energéticas del mundo mediante una solución distribuida con un impacto ambiental y unos costes de transporte de energía casi nulos.” Informa el Dr. John Shawe-Taylor, profesor de la Cátedra UNESCO y University College London.
Actualmente la compañía está trabajando en la creación de un prototipo de su primera batería comercial para que esté disponible a finales de este año. Se espera que una versión comercial de baja potencia llegue al mercado en menos de dos años, y la versión de alta potencia se proyecta para dentro de cinco años.
Si todo sale bien, podría convertirse en una fuente de energía revolucionaria en el mundo, contribuir a la reducción de las emisiones, disminuir la gran problemática global del tratamiento y disposición de residuos, alargar la vida útil de productos y disminuir los efectos del cambio climático.