Tras diez meses de congelamiento, se autorizó una suba del 10% que los productores consideran insuficiente.

La presión por un nuevo ajuste en las naftas continúa en aumento. A la suba impositiva anunciada semanas que se efectivizará este viernes ahora se suma una actualización de los precios de biocombustibles que, por el corte obligatorio que tienen en el gasoil y la nafta, hace indefectible un cambio en los valores del surtidor.
Por medio de dos resoluciones publicadas en el Boletín Oficial, la Secretaría de Energía encabezada por Darío Martínez dictaminó que el precio del biodiésel –producido a base de aceite de soja– pasa de $44.121 a $48.533 el litro, mientras que el bioetanol –producido a base de caña de azúcar y maíz– escala de $29,80 a $32,78.
Los productores de la agroindustria, con el apoyo de provincias como Santa Fe, Tucumán y Córdoba, reclamaban la actualización de precios, que estaban congelados desde hace diez meses. Aún con esta medida, del mismo modo que ocurre con las petroleras, el sector agrícola asegura que el retraso de los precios es de por lo menos el 40%, por lo que no se terminan de subsanar las consecuencias del congelamiento extendido.
“Estuvimos trabajando con los representantes de los productores de biocombustibles –dijo Martínez– porque tenemos muchos temas por resolver. El precio es uno, sobre el cual hoy damos una señal y seguiremos trabajando, pero también hay otras problemáticas tanto del sector como de cada región productora que requieren soluciones federales”.
Respecto a esta suba, Darío Martínez señaló que “es muy importante para las economías regionales que la actividad de los biocombustibles se pueda poner en marcha, para reactivar la producción y el trabajo del motor económico de varias regiones del país”. Además, agregó que esta actualización “es el punto de partida del trabajo conjunto que encaramos junto al presidente Alberto Fernández y el ministro Martín Guzmán con los representantes de los productores de biocombustibles para generar políticas que le den señales a un sector que viene muy castigado”.
También en vínculo con los biocombustibles, días atrás EOL contó que crece la posibilidad de que no se dé lugar, hasta el 2024, al proyecto de ley que determina un nuevo corte de estos en las naftas. La iniciativa, que es impulsada desde hace meses por las provincias productoras, propone el aumento de los cortes en las naftas del 10% al 15% en el caso del biodiesel y del 15% al 27,5% en el bioetanol.
El jefe de gabinete Santiago Cafiero ya había descartado la posibilidad de que aumentara el corte del biodiésel en el gasoil y argumentó que “no existe aval técnico de las automotrices para que todo el parque automotor liviano existente en el país pueda funcionar con una participación del biodiesel en el gasoil mayor al 10% actual”.
“Estuvimos trabajando con los representantes de los productores de biocombustibles –dijo Martínez– porque tenemos muchos temas por resolver. El precio es uno, sobre el cual hoy damos una señal y seguiremos trabajando, pero también hay otras problemáticas tanto del sector como de cada región productora que requieren soluciones federales”.
Al margen, tal cual anunció el Gobierno, la actualización del tributo a las naftas se aplicará el viernes 16 de octubre y, nuevamente, el 1 de diciembre. En definitiva, los costos que aumentan se ven reflejados en el surtidor y por ende en un índice inflacionario que no da indicios de mermar en el último trimestre del año.
La inflación acumulada hasta agosto fue de 17,46% y a horas de que el INDEC dé a conocer el IPC de septiembre, analistas privados estiman que podría llegar al 3%. En tal caso, sería el índice mensual más alto desde el indicio de la pandemia.