Las petroleras respetaron el pedido del Gobierno y aplicaron el ajuste del 4% acordado recién a partir de este lunes.
El precio de los combustibles ya registró su primer incremento del 2023. Tal como estaba pautado entre las petroleras y el Gobierno en el marco del programa Precios Justos, los surtidores vieron un ajuste del 4% a partir del comienzo de la segunda quincena de enero.
De este modo, se respetó el pedido oficial de pasar el incremento para la segunda parte del mes y así amortiguar un poco el efecto inflacionario que tiene en toda la cadena distributiva.
Desde este lunes, el precio de la nafta súper pasa a los $157 el litro, la premium a $192,2, el gasoil a $168,6, y el gasoil premium a $231.
La primera en informar los aumentos fue Shell, donde anunciaron que buscan “absorber mínimamente los incrementos de los precios de los biocombustibles, el aumento de costos logísticos y la variación del tipo de cambio”.
El programa ya tuvo su debut en diciembre con un alza de la misma magnitud, que se repetirá en febrero. Ya para marzo, el aumento acordado se reduce al 3,8% y se espera que el programa se prorrogue al siguiente cuatrimestre.
La intención del Ministerio de Economía es que los aumentos otorgados continúen en una tendencia decreciente, pero sólo se lograra si la variación del tipo de cambio oficial y el nivel general de precios muestren un camino en el mismo sentido.
Otro aspecto importante a considerar es qué pasara con la actualización del impuesto a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono, que fue congelada nuevamente como un guiño a las petroleras, pero que no se podrá mantener por mucho tiempo o, de lo contrario, se resentirán las cuentas fiscales.
