El Secretario General del cartel petrolero afirmó que esperan un crecimiento de la demanda del gigante asiático de 500 mil barriles diarios. El impacto en los mercados.
El Secretario General de la OPEP+, Haitham Al-Ghais, afirmó que el 2023 empezó con buenas señales a raíz de la apertura china tras el reciente confinamiento por los brotes de Covid y se mostró optimista respecto al crecimiento de la demanda global de crudo.
“Llegamos a este año con señales recesivas en el último trimestre del 2022, señales de parate económico, señales de China cerrándose y sin saber cómo iba a impactar eso y qué hacer para enfrentarlo. Pienso que todavía es muy temprano en esta parte del año para determinar exactamente si vemos un 2023 rojo, amarillo o verde. Pero creo que hay señales de que será verde. Somos cautelosamente optimistas”, manifestó en una entrevista con Bloomberg TV.
Según el kuwaití que encabeza del cartel petrolero internacional liderado por Rusia y Arabia Saudita, la demanda de crudo china podría crecer unos 500.000 barriles diarios este año y destacó particularmente el incremento de viajes a nivel doméstico y una gran expectativa por una disparada de los viajes de China al exterior.
“China es una gran potencia económica, tiene implicancias significativas en la demanda de petróleo mundial y somos optimistas con su apertura. Vemos también buenas señales de las cuotas de importación que el gobierno de chino autoriza, así que creemos que sus compras van a crecer”, agregó.
Las palabras de Al-Ghais provocaron un incremento superior al 2% en la cotización del petróleo, que perforó los 80 dólares en el caso del WTI y llegó a 86 dólares en el Brent.
“Lo que está haciendo el precio del petróleo es recuperar su precio de equilibrio, teniendo en cuenta que el dólar index se está desvalorizando respecto a las otras monedas. Además, el aumento de salarios y costo de producción en dólares de los últimos meses hace que el precio del crudo tenga que estar un escalón por encima, en torno a los 80 dólares el WTI y 85 el Brent”, detalló el analista de mercados, Francisco Uriburu.
Otro de los drivers que presionan sobre la cotización del commodity es el esperado rebote de la economía estadounidense que, a su vez, tiene que lidiar con el desafío de abastecer de hidrocarburos al mercado europeo frente al boicot a Rusia.
“Los datos de todas las cuencas de shale de Estados Unidos están mostrando que la producción no será suficiente para abastecer el mercado internacional y el mercado interno. Recordemos que Biden liquidó las Reservas Estratégicas antes de las elecciones legislativas para combatir la inflación y será necesario reponerlas”, añadió.
La próxima fecha clave para el mercado petrolero global será en la primera semana de febrero cuando tendrá lugar una importante reunión de la OPEP que determinará el accionar futuro de las cuotas de producción.
Antes de eso, la FED tendrá que anunciar una suba de tasas que, en este escenario de aumento de precios de petróleo e inflación desacelerándose más lento de lo esperado, puede provocar un ajuste más drástico que impactaría negativamente en los mercados y tendría incidencia directa en la decisión de la OPEP.