Advierten que el aumento de las restricciones volverá a afectar al aparato económico de manera significativa. Los contagios en Neuquén y el descenso del Brent acentúan los problemas.
Con un golpe detrás del otro, Vaca Muerta parece haberse alejado completamente del auspicioso sendero que preveía el récord de etapas de fractura alcanzado a principios de año.
Justo cuando se empezaban a superar las trabas en la producción que implicaron las tres semanas de cortes de ruta en Neuquén, la preocupante situación epidemiológica obligó al Gobierno a decretar un confinamiento casi tan severo como el de los primeros meses de la pandemia.
Si bien las medidas no tendrían mayores obstáculos en el normal funcionamiento del Upstream, sí causarán una merma en la actividad económica que afectará el consumo de combustibles.
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“Son nueve días, es alrededor del 30% de los días del mes, bastante como para que cualquier variación se sienta”, indicó a este medio el economista y miembro del Instituto Mosconi, Julián Rojo, quien piensa que la principal limitante vendrá por el lado del transporte a raíz de la menor circulación.
En un sentido similar se expresó el analista de mercados Francisco Uriburu, quien también avizora un problema en el Upstream por la cantidad de contagios que hay en la provincia de Neuquén y hace hincapié en la última baja en el precio del barril a nivel internacional. Un motivo más para golpear a los alicaídos ingresos de las petroleras.
“Hay un sin número de variables que está afectando a Vaca Muerta, le pegan de todos lados. El problema con las criptomonedas está perjudicando a los mercados de commodities y frente a las nuevas restricciones del Gobierno argentino es evidente que las ventas de nafta van a caer”, señaló.
Cabe recordar que incluso antes de los piquetes de los trabajadores de la salud, la producción de hidrocarburos se mantenía un 7,96% debajo de los niveles prepandemia en el caso del petróleo y un 13,41% en lo que respecta al gas natural.
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Ya en relación al Downstream, la venta de naftas se ubicó un 9,4% por detrás de las marcas de febrero del 2020 y la venta de gasoil registró una merma interanual del 7,7%.
Se trata del corazón del negocio para las compañías integradas como YPF, que el Gobierno intentó compensar con una serie de aumentos consecutivos en el precio del surtidor. Aun así, con varios meses por delante de restricciones hasta que la campaña de vacunación alcance al grueso de la población, lo más probable es que las empresas cierren otro año con balances en rojo y vuelvan a ralentizar sus proyectos de inversión en el país.
