El anuncio fue realizado en el marco de la COP26 en Glasgow y será en un plazo de cinco años. También impulsa un mercado de carbono para América Latina.
La Corporación Andina de Fomento –banco de desarrollo de América Latina- anunció durante la COP26, la cumbre de Naciones Unidas sobre Cambio Climático que se está desarrollando en Glasgow, Reino Unido, que aportará 25.000 millones de dólares en los próximos cinco años en la región.
El objetivo es apuntalar una “estrategia verde” que impulse la transición energética, la acción climática, la conservación de la biodiversidad y, en suma, soluciones que contemplen el cuidado de la naturaleza.
Es una medida orientada a lo que ya se instaló como economía verde, con foco en la sustentabilidad, la transición energética y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), una política de desarrollo que está dando un paso fundamental en la COP26.
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La economía verde busca alinear los modos de producción y en consecuencia, los volúmenes de emisión resultantes, a las demandas que surgen del Acuerdo de París, que en diciembre de 2015 estableció una meta “ambiciosa” de limitar el calentamiento global a 1,5 grados por sobre el nivel que el planeta tenía en la era preindustrial.
En ese sentido, la transición energética, si se quiere, es la pieza clave en un rompecabezas que es preciso armar en tiempo récord, porque el impacto de la producción industrial y los patrones de consumo en todo el mundo ya no dan margen para seguir por la misma senda.
Con este anuncio la Corporación Andina de Fomento incrementará sus fondos destinados al financiamiento verde, pasando del 26% de su cartera total en 2020 al 40% en 2026.
“El planeta necesita del liderazgo de América Latina para garantizar su propia supervivencia”, aseguró Sergio Díaz-Granados, presidente ejecutivo de CAF. Y agregó: “Para hacer frente al cambio climático es fundamental que adoptemos nuevos instrumentos financieros que garanticen la financiación actual y atraigan nuevas inversiones del sector privado”.
El organismo multilateral de crédito aseguró que pretende “reforzar la movilización de fuentes de financiamiento de terceros, como por ejemplo con la emisión de bonos y fondos verdes y climáticos”.
También pone en agenda la promoción de alianzas estratégicas para potenciar el trabajo coordinado entre gobiernos, organismos internacionales, organizaciones de la sociedad civil y el sector privado para “diseñar políticas públicas de adaptación y mitigación, ayudar a conservar la biodiversidad e incentivar un crecimiento económico respetuoso con el medio ambiente e inclusivo”, remarcó la entidad.
“Necesitamos descarbonizar la economía, y para eso necesitamos usar las fuerzas del mercado y establecer un marco de acción para el sector privado que nos permita lograr emisiones cero neutrales”, sostuvo Jorge Arbache, vicepresidente para el Sector Privado de la CAF, durante su intervención en la COP26.
Por su parte, Julián Suárez Migliozzi, vicepresidente de Desarrollo Sustentable de la Corporación Andina de Fomento, destacó que “estamos aquí para construir una economía más verde. Nuestra nueva administración ha hecho un llamado de acción diciendo que en los próximos 5 años nos transformaremos en el banco verde de la región”.
Aún no hay detalles de cuáles son las características que tendrán las líneas de crédito específicas, aunque entre las trazas principales del programa de financiamiento el organismo menciona:
- Financiamiento verde en los mercados de capitales bajo el marco del Programa de Bonos Verdes de CAF.
- Transición del tejido empresarial hacia modelos de producción sostenibles y resilientes, que cumplan con los compromisos de reducción de gases de efecto invernadero y potencien la productividad, innovación y digitalización, con beneficios en sostenibilidad.
- Apoyo en la formación de un mercado regional de carbono, que canalice recursos internacionales en favor de la transformación productiva, sostenible y resiliente de América Latina y el Caribe.
- Cartera de operaciones verdes, que supone líneas de crédito otorgadas a las instituciones financieras intermediarias con las que CAF trabaja en sus países accionistas.
