Referentes del área de distribución explican que los costos duplican los precios de las garrafas y exigen una actualización al Gobierno.
La Cámara de Empresas Argentinas de Gas Licuado (CEGLA) describió como “grave y alarmante” el atraso de precios que vive la actividad de fraccionado del gas envasado en garrafas, un mercado que cuenta con 18 millones de consumidores y que ofrece empleo directa e indirectamente a más de 9.000 trabajadores.
“Se trata de un sector que exige cuantiosas inversiones para el mantenimiento de un parque de 18 millones de envases en poder del público, así como para la conservación de la flota de transporte y de la infraestructura de plantas de fraccionado, almacenaje y equipos especiales”, dice Pedro Cascales, director de CEGLA, en un contexto en el que esta rama se suma a un reclamo de actualización de precios que atraviesa a gran parte del sector energético.
Al día de hoy, el precio de la garrafa de 10 kilos al que los fraccionadores la venden a los distribuidores es de $185 desde marzo de 2019, cuando la Cámara esgrime que “la estructura de costos obliga a un precio mayorista (sin impuestos) de $ 354 por cada garrafa de 10 kg. en planta de fraccionamiento de zona central del país y de $ 400 en el norte”. De este modo, la irregularidad que presenta la situación hace que el precio del equivalente de gas natural por red esté por encima, aún cuando esas tarifas llevan congeladas más de un año.
Históricamente, por la logística que implica que la garrafa llegue al domicilio del consumidor, esta vía de provisión del servicio de gas fue más costosa que la distribución por red. Desde hace varios meses, gran parte del sector advierte los peligros de que las políticas de congelamiento de tarifas se prolonguen en el tiempo, ya que derivan en un desincentivo a la producción y, en última instancia, a una posibilidad de desabastecimiento si no se toman cartas en el asunto.
En segundo lugar, pero no por eso menos importante, este tipo de problemática expone lo infructuoso de un sistema de red que no llega a una gran cantidad de personas, de modo que la garrafa es esencial para muchas familias en el país.
Según datos oficiales del INDEC, cerca del 41% de las familias que viven en Argentina recurren al gas envasado para sus hogares, en provincias como Buenos Aires, Córdoba, Chaco, Corrientes, Tucumán, Formosa, Misiones y Mendoza, entre otras.
Cascales, además, sostiene que “en otros países de la región con precios regulados (Uruguay, Perú y Colombia) los márgenes establecidos y consolidados de las tareas de fraccionamiento y distribución se ubican en promedio por encima de los US$ 6 por carga de 10 kg. Ese valor está en el orden de los márgenes históricos en nuestro país. Sin embargo, en la actualidad, y como consecuencia de la acumulación de retrasos en la determinación de precios de referencia, la Secretaría de Energía de la Nación impone precios que ubican ese margen por debajo de los US$ 2”.
Desde la Cámara, piden al Gobierno que “se establezca un precio de referencia para el GLP en envases que sea coherente con la estructura de costos actual tal como se estipula en la ley (26.020). Remarcan que el precio actual de la garrafa no permite cubrir ni siquiera la mitad de su costo, y entienden que, en caso de que no se actualice pronto el precio, a una posible falta de gas se suma un escenario de quiebra que afrontarían decenas de pymes.