El nuevo presidente de Shell Argentina, Ricardo Rodríguez, recibió a EOL en el stand de la Expo AOG y analizó los anuncios energéticos de Massa y los desafíos de la industria. Su experiencia en Permian y la diferencia con la calidad de roca de Vaca Muerta.
A sus cortos 47 años le toca la difícil misión de reemplazar a un histórico que estuvo desde los inicios de Vaca Muerta como Sean Rooney, pero su amplia experiencia en una cuenca shale top mundial como Permian le dan los pergaminos necesarios para encarar estos desafíos y lo convierten en una incorporación muy valorada por toda la industria local.
Sus primeras semanas en el país no pudieron ser más representativas de la economía local. Casi como un curso acelerado de Macro Argentina I, la renuncia de dos ministros de Economía en poco más de un mes, la corrida cambiaria y el mayor salto inflacionario mensual en dos décadas, le dieron un parámetro de las dificultades a las que tendrá que acostumbrarse para liderar una compañía como Shell.
Sin embargo, en una entrevista con EOL desde el stand de la petrolera en la Expo AOG Patagonia, el venezolano Ricardo Rodríguez se muestra optimista con los recientes anuncios energéticos de Sergio Massa y dice que el país tiene todo para poder explotar al máximo su formación no convencional estrella.
¿Con qué situación se encontró al asumir como presidente de Shell Argentina y qué potencial ve en el país?
Me encontré con un activo excelente, unos bloques que van desde el crudo hasta el gas con un portafolio muy competitivo. Ahorita estamos produciendo alrededor de 45.000 barriles de petróleo. Somos el segundo productor de petróleo de la cuenca. Me encuentro con todas las cosas que necesito para crecer. Tenemos la ambición de seguir creciendo en la Argentina. Hay algunos desafíos a corto plazo que tenemos que resolver, pero los planes son excelentes.
[Cuáles fueron los anuncios de Massa para “relanzar” Vaca Muerta]
¿Cómo vio los anuncios del Gobierno?
Shell tiene 108 años en la Argentina, estamos comprometidos para estar muchos años más. Nuestros negocios son todos a largo plazo, no dependen de gobiernos particulares, pero sí vemos con beneplácito estos anuncios, lo vemos como muy positivo. Falta ver en términos de detalles cómo se van a regular esos decretos, cómo se van a regular esos distintos anuncios. De los desafíos principales que te comentaba, el primero tiene que ver con la evacuación del crudo de la cuenca. Ahí estamos a tope de capacidad. Para poder crecer, hay que resolver el problema de Oldelval. El ministro anunció que iban a extender las concesiones, eso lo veo muy positivo. Hubo un anuncio acerca del canal verde para acceder a divisas para que los proveedores puedan traer los equipos que nosotros usamos. Hay un tema de acceso a las exportaciones que también es importante. Argentina está llegando a un momento en que puede no sólo satisfacer el mercado interno, sino producir para traer divisas al país. Y el último anuncio es el acceso a las divisas para poder pagar no solo nuestros proveedores, sino a nuestros accionistas. Shell ha invertido más de 1.500 millones de dólares en la cuenca hasta la fecha y vamos a llegar pronto al momento en que tengamos que empezar a retornar la inversión a nuestros accionistas.
Si finalmente se extiende la capacidad de transporte de los oleoductos, ¿podría modificar al alza el plan de inversiones de Shell?
Sin duda alguna si se resuelve el problema de evacuación y si las condiciones de competitividad del marco regulatorio son claras y estables, la única limitación sería el recurso. Y el recurso aquí tiene una calidad y una escala de nivel mundial. Es muy buena la roca, hemos logrado índices de productividad muy altos con los pozos en Vaca Muerta. Así que, con las condiciones ideales, el crecimiento sólo depende del resto de las condiciones del punto de vista de acceso a divisas, poder importar la maquinaria que necesitamos, y poder pagarle a nuestros proveedores y accionistas para poder seguir incrementando esa producción.
[El embajador de EEUU visitó Vaca Muerta en un guiño de cara a la Expo AOG]
¿Tienen alguna meta prevista respecto al nivel de producción?
Por supuesto, tenemos planes de inversión, tenemos una planta de esfuerzo propio en Sierras Blancas que tiene una capacidad de 42 mil barriles. Hay un potencial de expansión que podríamos ir prácticamente hasta 70 mil barriles si las condiciones son las adecuadas. Hay una planta que estamos haciendo en Bajada de Añelo por otros 15 mil barriles que podemos añadir muy pronto. Estamos construyendo un caño con nuestros socios Pluspetrol y PAE que va de Sierras Blancas hasta Allen para aliviar el problema de evacuación de crudo que debería estar operativo el año que viene. Son todas obras que necesitamos y que estamos poniendo nuestro granito de arena para poder seguir el crecimiento de la cuenca. Poder multiplicar y potencialmente llegar a las ambiciones que el gobernador y otras autoridades han mencionado en sus planes.
Justo este crecimiento de Vaca Muerta se da en un marco de transición energética mundial. ¿Cuánto tiempo le queda a Argentina para sacar ese crudo y ese gas?
No es un tiempo infinito, por supuesto. Es importante lo que se haga en los próximos 5 a 10 años. Tenemos mucho gas que es parte de esos combustibles de transición energética. Hay que crear las condiciones para que ese portafolio de gas pueda ayudar con esa transición energética. Pero sí veo que estamos en un momento critico en el que, si las condiciones no se dan en los próximos 5 años, va a ser difícil que podamos alcanzar al real potencial de esta cuenca.
Mencionó el caso del gas, pero Shell está focalizada especialmente en la ventana de petróleo. ¿Tienen previsto un viraje hacia el gas?
Sí, decidimos comenzar con petróleo, pero tenemos una posición importante también en gas más hacia el oeste de la cuenca. Para eso requiere inversiones de infraestructura y para hacerlas tienes que tener condiciones competitivas. Le recuerdo a la gente que Shell tiene una posición global, yo voy a competir con mis colegas del mundo por dinero para traerlo para invertir en Argentina. Si nosotros logramos tener términos de competitividad, yo puedo traer dinero para acá en vez de llevarlo a otras partes del mundo. Por eso me interesa tanto que las condiciones de competitividad en el país sean las mejores posibles.
[Shell inauguró una nueva planta que le permitirá triplicar su producción en Vaca Muerta]
Imaginando esa sala de negociación, ¿cuáles son las fortalezas de Argentina en las que se apoya para conseguir financiamiento y cuáles son las cosas que le juegan en contra al país y que debería mejorar?
Afortunadamente para Argentina, las cosas muy fuertes son las que no podemos cambiar. La roca es muy buena y hay la cantidad suficiente. Cuando no tienes eso para comenzar, ya el resto de la conversación se va. Entonces las cosas que faltan en Argentina son todas cosas que se pueden cambiar, que dependen de nosotros, de trabajar conjuntamente entre la industria y las autoridades.
De aquellas cuestiones modificables, ¿cuáles considera que son las más importantes?
Principalmente son las cosas que se anunciaron ahora. Y después que haya un marco estable desde el punto de vista regulatorio y fiscal. Que tengamos confianza al hacer una inversión y que en el momento de producir retorno podamos devolverlo a nuestros inversionistas.
¿La cuestión impositiva y el costo financiero operan como una barrera?
No, no son una barrera en el corto plazo. Estoy confiado en que, si las condiciones son las correctas, podemos conseguir el financiamiento. Esa es una ventaja de ser una empresa global con una cantidad de recursos a nivel global. Si las condiciones son las adecuadas, yo estoy seguro que voy a tener éxito en esas negociaciones que te comentaba con mis colegas del mundo.
¿Con qué países compite Argentina hoy?
En un mundo globalizado competimos con todos, tanto con energía de combustibles fósiles como renovables. Shell tiene un portafolio que va a lo largo de todas esas energías. Es una competencia a lo largo de todo el portafolio global y de todos los negocios desde Downstream hasta el Upstream.
