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Nueve provincias y la UIA impulsan una nueva ley para reactivar el sector de los biocombustibles

Para el caso del gasoil, el porcentaje de biodiésel pasará del actual 7,5% al 15% en un plazo de tres años. Para las naftas, el corte mínimo de bioetanol se elevará del 12% al 15% en los próximos dos años.

La Unión Industrial Argentina (UIA) y la denominada “Liga de Provincias Bioenergéticas” buscan que el Congreso trate una nueva ley de biocombustibles que actualice el marco vigente y otorgue previsibilidad a un sector que consideran clave para el desarrollo regional y la diversificación energética del país.

El proyecto, presentado en ambas cámaras legislativas, cuenta con el respaldo de los gobiernos de Catamarca, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Jujuy, Misiones, Salta, Santa Fe y Tucumán, todas provincias con fuerte presencia en la producción de bioetanol y biodiésel. La entidad presidida por Martín Rappallini y con Eduardo Nougués como secretario presentó una nota formal al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, solicitando el acompañamiento del Poder Ejecutivo al proyecto, que ya cuenta con estado parlamentario en ambas cámaras. 

Su objetivo central es reemplazar el esquema actual de precios y cupos regulados por un sistema más abierto, que permita a los distintos actores competir mediante licitaciones transparentes y aumente gradualmente los niveles obligatorios de corte con combustibles fósiles.

El nuevo marco normativo propone un aumento progresivo en los cortes obligatorios de bioetanol y biodiésel, la apertura a nuevos usos en el transporte aéreo, marítimo y fluvial, y la habilitación de un mercado de libre comercialización por encima de los porcentajes mínimos.

Para el caso del gasoil, el porcentaje de biodiésel pasará del actual 7,5% al 15% en un plazo de tres años. Para las naftas, el corte mínimo de bioetanol se elevará del 12% al 15% en los próximos dos años.

Además, prevé reemplazar el actual esquema de cupos y precios administrados por un sistema de licitaciones entre privados, con el objetivo de dar mayor competitividad y transparencia al mercado. También incluye la incorporación de motores flex y kits de conversión, que permitirían optimizar el uso de biocombustibles de origen nacional.