Como parte de una estrategia con norte en la neutralidad de carbono para el 2050, la compañía británica anticipó que habrá una merma en esta producción para acelerar el desarrollo en renovables.
La compañía inglesa British Petroleum, con una vasta historia de más de 110 años en la producción hidrocarburífera, anunció que reducirá un 40% su producción de crudo en la próxima década, como parte del giro de diversificación que busca dar la empresa con un mayor peso en el desarrollo de renovables.
“No creo que esté bien simplemente decir que vamos quedarnos esperando a que la sociedad se mueva y pasarle el problema a otro. De la misma manera que no podemos adelantarnos a la sociedad y desarrollar tecnología en el vacío, porque de esa manera estaríamos tirando la plata de los inversores”, dijo el CEO Bernard Looney, respecto a la brecha existente en las ambiciones de muchas empresas energéticas y el escenario actual, en una conversación organizada por la Universidad de Columbia (Nueva York).
En vínculo con esta idea, tomó el ejemplo del escenario de la ruta del hidrógeno en Alemania: “Daimler no va a querer construir un camión a hidrógeno hasta que no haya un cliente que diga que va a comprar un camión a hidrógeno. Mientras que el cliente no va a querer comprar un camión a hidrógeno hasta que sepan que van a poder recargarlo y BP, probablemente, no vaya a construir una red de carga de hidrógeno en Alemania hasta que no haya clientes y camiones que la utilicen. Entonces, si decimos que vamos a hacer esto a la par de la sociedad, estamos frenados, nadie se mueve. Es por eso que considero que tenemos la responsabilidad de liderar el progreso hacia la transición”.
Looney entiende que la diversificación energética que está encarando el planeta es “una problemática muy compleja de resolver”, pero que desde British Petroleum entendieron que como compañía tienen que tomar acciones concretas en pos de descarbonizar su operación. El propósito final de la compañía es ser carbono neutro para 2050.
Actualmente, la compañía genera una emisión de 55 millones de toneladas de dióxido de carbono por año de gases de efecto invernadero, sumado a otros 360 millones de toneladas de CO2e en emisiones anuales del gas y el petróleo que produce la compañía. Su objetivo es reducir en 415 millones de toneladas las emisiones anuales.
Para ello, además de ir reduciendo su volumen de producción hidrocarburífera, buscará pisar más fuerte dentro de las renovables. Con ya más de diez años dentro de la eólica offshore, han instalado una capacidad de 9.1 GW, y en febrero pasado se adjudicaron la licitación para instalar unos 3 GW nuevos localizados en el Mar Irlandés. Se estima que, una vez operativos, significarán el suministro eléctrico para más de 3 millones de personas en el Reino Unido. Además, ya hicieron pie en las costas estadounidenses, también.
Además, los británicos buscan ampliar su desarrollo al hidrógeno verde y azul y a la implementación de tecnologías de captura, uso y almacenamiento de dióxido de carbono. De todos modos, Looney insistió en que la empresa no va a dejar de atender su producción de crudo y gas, y que por más que haya una baja considerable en las inversiones destinadas a exploración y producción, “incluso desde el punto de vista financiero, vamos a generar más ingresos de la producción de gas y petróleo en 2025, aunque el negocio sea un 20% menor en cuanto a su volumen”.
