Se firmó un acuerdo con la estatal trasandina ENAP para la exploración y desarrollo conjuntos. Se focalizará en petróleo para ser exportado mediante el oleoducto de Otasa.
La Empresa Nacional del Petróleo chilena ENAP e YPF firmaron un Memorándum de Entendimiento (MOU) para avanzar en la identificación de oportunidades de asociación para la exploración y desarrollo conjunto en bloques de Vaca Muerta.
Según se comunicó, el foco principal estará orientado al análisis de bloques con potencial de petróleo, el cual podría ser exportado a Chile mediante el oleoducto de Otasa próximo a reinaugurarse para su consumo en las Refinerías de ENAP y el excedente ser exportado por los puertos del Pacífico.
Asimismo, la alianza le permitirá a ENAP aprovechar la amplia experiencia que tiene YPF en el desarrollo de recursos no convencionales a través de pozos horizontales, lo que le ha permitido optimizar los costos de explotación y aumentar la rentabilidad de estos proyectos.
“Ésta es también una oportunidad de intercambio de conocimiento, considerando el gran avance tecnológico desarrollado por YPF en la explotación de yacimientos no convencionales; en especial, en lo que se refiere a pozos horizontales multifracturados, ya que en el futuro estas experiencias podrán ser aprovechadas en nuestros desarrollos en Magallanes Chile”, manifestó el gerente general de ENAP, Julio Aranis.
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Aranis también destacó que van a “explorar, estudiar y analizar en dos bloques en particular la opción de crudo y gas. Nos llena de emoción y queremos ser activos en la búsqueda de nuevo crudo para el estado de Chile”.
Por su parte, el secretario de Energía de Argentina, Darío Martínez, destacó el trabajo conjunto entre las dos empresas de bandera “para mejorar la integración energética entre ambas compañías, abrir un nuevo mercado de exportación de crudo para el país, y generar más actividad y divisas con el desarrollo de Vaca Muerta”.
Los detalles de esta alianza se definirán durante las negociaciones del acuerdo final, pero más allá de los detalles puntuales, está claro el incremento en la integración energética de ambos países desde la llegada de Boric a la Casa de la Moneda.
Las obras del oleoducto de Otasa volvieron a reactivarse y Aranis manifestó “la confianza de que esta etapa final mantenga esa misma tendencia, sin deficiencias ni fallas, y podamos reiniciar las operaciones durante el primer trimestre de 2023”.
El proceso de rehabilitación contempla la exhaustiva revisión de los estanques de origen y destino, junto con la realización de pruebas para comprobar el estado de la estructura del oleoducto, cuya capacidad diaria es de 18 mil metros cúbicos. La idea es que ENAP pueda satisfacer cerca del 30% de la demanda de la Refinería Bío Bío y exportar los saldos por el puerto de Concepción.