Mientras que un año atrás crecía a un ritmo interanual del 52%, ahora muestra una caída en todas las fuentes menos en la solar.

Los temores que venía advirtiendo la industria de energías renovables finalmente se transformaron en realidad y el sector entró en una preocupante fase de estancamiento.
Luego de crecer durante los últimos cinco años a un ritmo sorprendente, el último dato de agosto marca un avance de solamente un 2,1% interanual. Para tener una idea de la caída que significa este número, hay que recordar que un año atrás ese valor llegaba al 52%.
En este caso, la merma se explica por una baja interanual de todas las fuentes renovables, con excepción de la solar fotovoltaica que tuvo un incremento del 39,6% frente a agosto del 2021, de acuerdo a un informe del Instituto Mosconi.
Por el contrario, el biogás cayó un 1,7%, la biomasa un 3,4%, los pequeños aprovechamientos hidroeléctricos un 0,9% y la eólica – la de mayor importancia ya que representa el 74% del total renovable- retrocedió un 2,4% de forma interanual.
Como explicó este medio, el sector viene sufriendo un serio problema de falta de capacidad de transporte por la saturación de las redes de alta y media tensión existentes. Si bien el potencial argentino en materia de renovables es más que conocido, prácticamente ya no hay lugares donde montar nuevos parques a raíz de esta problemática.
Eso explica el giro de YPF de la eólica a la solar, donde encontró algunas ubicaciones con capacidad de transporte en el NOA y San Juan. Sin embargo, son unas pocas excepciones que no alcanzan para mantener el dinamismo que se necesita para cumplir con la ley 27.191.
La misma establece la obligación de llegar al 20% de la matriz eléctrica a base de renovables para el 2025, cuando en agosto llegó al 14% y en el acumulado del año 2022 fue del 13,4%, cifras que requerirán de un fuerte impulso inversor para alcanzar las metas legales.
Para ello, el Gobierno busca desde hace años un crédito de 1.200 millones de dólares con China para iniciar una serie de obras en redes de 500 kv, pero las negociaciones nunca terminan de cerrarse y los limitantes se tornan cada vez más graves.
Fuentes allegadas al sector afirmaron a este medio estar muy preocupadas por la falta de respuesta y propusieron como una alternativa económica la aplicación del plan presentado por la Cámara Argentina de Energías Renovables en junio pasado.
Este programa “low cost” mostraba que con sólo 63 millones de dólares invertidos en obras menores se podrían adicionar unos 1.400 MW de transmisión eléctrica que serían fundamentales para seguir sumando proyectos mientras se resuelve el problema de fondo de las obras mayores.