En una entrevista con EOL, Martín Mandarano, CEO de YPF Luz, anticipa los próximos proyectos renovables de la empresa y se entusiasma con el potencial del hidrógeno verde: “tenemos una fortaleza competitiva súper importante respecto a Chile”.
La reciente inauguración del parque eólico Los Teros posicionó a YPF Luz como una de las compañías líderes en energías renovables de la Argentina y por lejos en el principal jugador del mercado entre privados (MATER).
“Fue una decisión estratégica ir en busca de ese segmento, vimos un sector que esta ávido de contratar energía renovable”, explica el CEO de la compañía, Martín Mandarano, en una entrevista con EOL donde además de contar los próximos pasos en el negocio del presente, traza una hoja de ruta hacia la agenda del futuro: el hidrógeno.
“No puede ser que Chile nos gane. Estamos del lado del Atlántico a mayor cercanía de los grandes consumidores, tenemos mejores recursos de viento y mucha mayor superficie”, enumera con toda la vocación por competir en esta carrera que podría generar ingresos por exportaciones similares al complejo sojero.
¿Qué representa para la compañía la reciente inauguración de Los Teros?
Es uno de los parques más grandes de la Argentina con 175 MW instalados en el centro de la Provincia de Buenos Aires. Este es un dato muy importante porque es el parque más cerca de la demanda. Recordemos que más del 45% de la demanda viene del AMBA. Es algo bastante particular porque normalmente el recurso está muy lejos de la demanda. Si miramos el gas natural, el viento o el sol, están todos muy alejados. Hemos invertido 235 millones de dólares y estimamos que va a tener un factor de carga del 55%. De hecho, en junio terminó con un promedio del 57%. También es el primer parque del país con equipos General Electric. Son máquinas de 3,8 MW y 4 MW con una altura del eje de 110 metros y un diámetro de barrido de 137 metros. Calculá que serían más de dos Obeliscos girando en el aire.
[Exclusivo: Las promesas del Gobierno a los empresarios de energías renovables]
-Esa monstruosidad implica un gran desafío a nivel logístico. ¿El hecho de estar alejados de los puertos no significó un problema para transportar todas las partes de los aerogeneradores?
No fue una complicación, los bajamos en Bahía Blanca y por la Ruta 3 no son muchos kilómetros. La mayor complejidad fue cumplir con los plazos de construcción en plena pandemia.
Otra novedad es estar emplazados en pleno corazón agrícola a diferencia de la mayoría de los parques que están en la meseta patagónica donde no compiten con ninguna otra actividad.
A mí no me gusta decir que compite con la actividad agropecuaria, sino que se complementan. Donde antes se producía solamente agro, hoy también generamos energía eléctrica. Justamente hicimos todo el tendido de líneas de forma subterránea para impactar lo menos posible en los cultivos. De esta forma duplicamos la productividad del terreno.
Dado el limitante que existe actualmente en capacidad de transporte de líneas de alta tensión, ¿piensa que este tipo de zonas agrícolas más cercanas a la Ciudad de Buenos Aires tienen viabilidad para ser desarrolladas en materia eólica?
El tema del transporte es una gran limitante para desarrollar proyectos de energía renovable. Está todo muy saturado. Lo importante ahora es liberar capacidad de aquellos proyectos que no se van a hacer. Eso va a permitir poder darle lugar a los nuevos. En cuanto a la cercanía a la demanda, el factor determinante es el recurso. Hoy la selección del lugar busca dónde está la capacidad de transporte y verifica si el recurso te da para realizar la inversión. Por ejemplo, nosotros hemos visto en Córdoba u otros lugares donde tenés capacidad, pero el factor de carga está debajo del 40%. Entonces no te da la rentabilidad del proyecto, no cierra cuando se te caen tanto los factores de carga. Los Teros fue un caso muy particular, encontramos un sitio como Azul que tenía ese grado de recurso y fue una sorpresa.
¿Qué otros proyectos tienen en carpeta?
En agosto vamos a terminar a Cañadón León, que es un parque eólico de 122 MW, donde 20 MW son MATER. Recordemos que nosotros nos hemos focalizado en el mercado del MATER donde somos líderes con una participación del 44% cuando el segundo no llega al 20%. Esa fue una decisión estratégica de ir a buscar ese segmento de mercado que esta ávido de contratar energía renovable. Un aspecto interesante de Cañadón León es que tomamos el desafío de construir una línea de 132 kv que había sido abandonada en conjunto con la Provincia de Santa Cruz. La línea no sólo permitirá evacuar la potencia del parque y abastecer a la ciudad de Caleta Olivia de energía eléctrica firme, sino que también abastecerá una planta de tratamiento de agua. Son cuestiones que le mejoran la calidad de vida a la gente y nos interesan muchísimo para lograr un impacto positivo en toda la comunidad. Respecto a los proyectos hacia adelante, tenemos una cartera muy amplia que la vamos desarrollando en función de las necesidades que vamos teniendo para abastecer a nuevos clientes y obviamente del financiamiento que vayamos consiguiendo. En ese sentido, estamos próximos a lanzar un proyecto de energía solar en San Juan que debería estar listo antes de fin de año y un parque eólico bastante cerca de Los Teros como hub para lograr eficiencias de escala que nos permitan mejorar los costos operativos.
Además de las renovables, también tienen una fuerte presencia en centrales termoeléctricas que son una forma de darle demanda al gas de Vaca Muerta. ¿Hay nuevos proyectos en ese sentido?
Nosotros creemos como compañía en la complementariedad de las renovables con el gas natural. Esa es la combinación sustentable óptima para el suministro de energía eléctrica. El proyecto emblemático desde el punto de vista ambiental es Manantiales Behr, donde en abril pusimos en marcha centrales térmicas que usan el gas natural del propio lugar con un yacimiento pegado y se complementa con la producción eólica del parque ubicado en la misma zona. Es nuestro primer proyecto híbrido que mantiene un factor de carga del 100% al compensar con gas natural los momentos de intermitencia del viento.
[¿Cómo es el proyecto de ley que propuso Kulfas para promocionar al hidrógeno?]
Teniendo en cuenta la presencia de YPF en distintas localidades a lo largo de todo el país, emerge otro mercado interesante en renovables como son los pequeños parques para abastecer a comunidades rurales que hoy utilizan combustibles muy caros. ¿Lo están analizando?
Hemos tenido conversaciones con algunas provincias para ver la posibilidad de explorar esos sistemas y compensar el uso de combustibles líquidos y mejorar la calidad de suministro eléctrico. El tema es que haya un buen recurso en esos sitios y la estructuración de la venta de la energía.
Para cerrar el capítulo de generación eléctrica, ¿cuáles son los objetivos de la compañía a mediano plazo?
Queremos ser líderes en el mercado de energías renovables. Nos hemos puesto ese objetivo con foco en el MATER y el brindar servicios a la industria como proyectos de cogeneración. Con la terminación de Cañadón León ya vamos a quedar como el segundo jugador más importante.
Le cambio de tema para ir hacia la agenda del futuro. ¿Qué papel quiere jugar YPF Luz en el desarrollo del hidrógeno?
Hoy los precios del hidrógeno producido con energía verde no son competitivos en ningún lugar del mundo. Tal es así que hay un sólo barco a hidrógeno en todo el planeta. Pero lo importante para nosotros es estar en el análisis con los grandes jugadores globales. Ser parte de esas empresas que están analizando ese futuro que parece tan lejano, pero que se nos va a venir encima es algo que nos enorgullece. Dados los recursos que tiene la Argentina, el hidrógeno verde debería ser una prioridad del futuro. Puede ser la segunda soja de la Argentina. Yo lo veo al hidrógeno como un elemento 100% destinado a la exportación. A nivel interno necesitamos tener una matriz energética barata para el consumo de la población y para desarrollar la industria y eso nos lo permite Vaca Muerta. El hidrógeno lo podemos exportar a los grandes offtakers que son las potencias con problemas ambientales como Corea, Japón y Alemania que pueden pagar esa energía un poco más cara. Por lo cual hay una enorme oportunidad.
¿Qué pasos hacen falta para bajar esos costos?
Hay dos cosas que juegan en el costo. Una es el recurso que Argentina lo tiene. Otra es la tierra que también la tenemos. Y la última es el costo tecnológico, los equipamientos de producción de energía eléctrica y del hidrógeno o del amoníaco. Estos costos tienen que seguir bajando y buscar escala que también te baja el costo de generación eléctrica. Estamos hablando de volúmenes de un GW para arriba, que implica 1.200 millones de dólares sólo en la generación eléctrica.
[El plan de Chile para convertirse en una potencia del hidrógeno verde en 2030]
Muchos afirman que Chile nos ha sacado una gran ventaja en esa carrera. ¿Coincide?
Con el equipo siempre decimos: no puede ser que Chile nos gane. Hoy nosotros tenemos más terreno y más recurso. Considero que no están más adelantados. Pueden estar haciendo una buena exposición de sus avances, pero nosotros creemos que estamos en un nivel comparable y con ventajas competitivas. Estamos del lado del Atlántico a mayor cercanía de los grandes consumidores. Tenemos mejores recursos de viento y mucha mayor superficie. Para tener una idea, 1.000 MW requieren más o menos 20.000 hectáreas. Imaginate lo difícil que es encontrar esa superficie en Chile. Por lo tanto, tenemos una fortaleza competitiva súper importante.
¿Cuánto podría salir un kilo de hidrógeno hoy y cuál es la meta?
Hoy si nos pusiéramos a evaluar un proyecto de hidrógeno estaríamos entre 5 y 6 dólares. Yo creo que hay que llegar a 2 dólares o 2,5 para ser competitivos y aspiramos a lograrlo de acá al 2027.
¿Están focalizados en el hidrógeno verde o también están estudiando el azul para aprovechar el gas de Vaca Muerta?
Sí, se está analizando, pero en YPF. En YPF Luz analizamos nuestro core que es la energía eléctrica y por eso vamos al hidrógeno verde. Pero YPF está analizando el azul. Creemos que hay espacio para todos los hidrógenos.
¿Tuvieron conversaciones con empresas extranjeras para asociarse en determinados proyectos?
Estamos conversando con varias empresas extranjeras y estamos abiertos al dialogo. Hay muchos inversores interesados, pero aún estamos en etapa de conversaciones.