Así lo reveló la Agencia Intencional de Energía, tomando en cuenta la vuelta al carbón y los fósiles por la guerra en Ucrania. Buen desempeño de los renovables.
En materia de control de emisiones de dióxido de carbono (CO2) y lucha contra la generación de gases de efecto invernadero, el último año arrojó una de cal y una arena, una buena y una mala noticia.
Empecemos por la buena. El uso de tecnología más limpia, como energía solar, eólica o el crecimiento del parque de vehículos eléctricos, contribuyeron a limitar el impacto del aumento del uso de carbón y petróleo, destacó la Agencia Internacional de Energía (AIE) el pasado jueves.
Pero lo más preocupante, es la mala noticia, dado que en 2022 las emisiones globales de dióxido de carbono tocaron un nuevo récord.
Según los datos del organismo, las emisiones globales de la energía aumentaron 0,9% (321 Mt) en 2022, lo que marca un récord de 36.800 millones de toneladas (36,8 Gt), indicó el análisis de la AIE.
En cuanto a las emisiones de dióxido de carbono (CO2) del carbón la suba fue del 1,6% el año pasado, en un contexto en el que muchos países recurrieron a los fósiles, considerados los combustibles más contaminantes,luego de la invasión de Ucrania por parte de Rusia y la notoria reducción en el suministro de gas ruso a Europa.
La menor oferta de Rusia fue derivada de las sanciones que impusieron los países occidentales, con Estados Unidos y el Reino Unido a la cabeza, seguidos por varios de la Unión Europea y el G7, lo que determinó una disparada de los precios del gas natural.
Escenario complejo
El informe de la AIE también destaca que esto se dio en un año en el que se observó un incremento de la inflación y un escenario disruptivo en el tradicional flujo de comercio de combustibles.
“Del aumento de 321 Mt de CO2, 60 Mt de CO2 se pueden atribuir a la demanda de refrigeración y calefacción en condiciones climáticas extremas y otros 55 Mt de CO2 a las plantas de energía nuclear que están fuera de servicio”, explicó el organismo.
“Todavía vemos un aumento de las emisiones de los combustibles fósiles, lo que dificulta los esfuerzos para cumplir los objetivos climáticos del mundo”, señaló el economista turco Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE, en un comunicado que acompañó el informe con los resultados del relevamiento de las emisiones en todo el mundo, indicó un despacho de la agencia Reuters.
De acuerdo a los técnicos del organismo, se requerirán recortes profundos en las emisiones durante los próximos años, en especial en lo que respecta a la quema de combustibles fósiles, si se pretende alcanzar los objetivos trazados para limitar el aumento global de las temperaturas y, de esa manera, prevenir el “cambio climático desbocado”, consideraron los expertos.
Contracara de las petroleras
Un dato que da cuenta de las dificultades que atraviesa el mundo para ser eficaz en la lucha contra el cambio climático, es el desempeño de muchas industrias, incluso frente a la lucha desigual por la descarbonización.
Por caso, se destacó que el informe de la AIE, organismo con sede central en París, se presentó apenas semanas después de que varios de los principales gigantes petroleros anunciaran ganancias récord.
Es el caso de Chevron, Exxon Mobil, y Shell (SHEL.L), e incluso de BP (British Petroleum), que intenta “volver a los planes para recortar la producción de petróleo y gas y reducir las emisiones”, señaló Reuters.
En su presentación, el propio Birol no anduvo con vueltas: “Las empresas internacionales y nacionales de combustibles fósiles están obteniendo ingresos récord y deben asumir su parte de responsabilidad”, fustigó.
Un dato positivo es que se observó una “fuerte expansión de las energías renovables”, que limitó el salto de las emisiones de energías de carbón.
“Las energías renovables cubrieron el 90% del crecimiento global del año pasado en generación de electricidad. La generación solar fotovoltaica y eólica aumentó cada una en alrededor de 275 TWh, un nuevo récord anual”, subraya el documento de AIE.