Pesce reconoció que las nuevas medidas tendrán vigencia solamente durante el invierno porque se espera un récord de compras de gas y gasoil.

Las problemáticas del área energética dejaron de ser dificultades sectoriales y ya condicionan el rumbo de toda la macroeconomía argentina. Tal como se observó en el volantazo con la política tarifaria debido a la disparada de subsidios energéticos que llevaron el déficit fiscal al límite, ahora sonaron las alarmas por el impacto de la energía en el sector externo.
Urgido por alcanzar la meta de acumulación de reservas dispuesta por el FMI, el Gobierno se vio obligado a endurecer los controles a las importaciones, aún sabiendo que la medida ralentizará la actividad económica.
Según lo dispuesto este lunes por el Banco Central, las grandes empresas deberán buscar financiamiento en dólares mediante créditos comerciales en el exterior para concretar sus compras de insumos.
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Las pymes, en cambio, tendrán un límite de hasta un millón o un 15% más de lo importado respecto al 2021 para quedar exceptuadas de este régimen. “Definimos una priorización del uso de las divisas para fortalecer la capacidad de acumulación de reservas”, afirmó el ministro Martín Guzmán en declaraciones radiales.
A su vez, se ampliarán las posiciones arancelarias de aquellos bienes que también son producidos en el país y de bienes suntuarios, por 180 y 360 días respectivamente. En tanto, el endurecimiento a las compras de las grandes empresas estará vigente hasta el 30 de septiembre cuando baja abruptamente el consumo de gas residencial.
Es que, en la propia comunicación del Banco Central se deja asentado que la nueva disposición se tomó “para responder a las necesidades extraordinarias de divisas para atender a la importación de energía”.
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Como si fuera poco, el propio titular de la entidad monetaria, Miguel Pesce, reconoció que el objetivo es “superar la dificultad que nos trae en los meses de invierno la importación de energía” y reducir unos 1.000 millones de dólares de importaciones.
Tal como explicó EOL, en los cinco primeros meses del año las compras energéticas sumaron unos 4.641 millones de dólares con un aumento superior al 200% que se va espiralizando mes a mes a medida que se reducen las temperaturas.
De ese importe, sólo el mes de mayo concentró 1.601 millones, de los cuales 702 millones fueron producto de las compras de GNL, 343 millones se destinaron a traer gasoil y 210 millones en gas natural gaseoso.