Es una tendencia creciente entre los ingenios, mientras el bioetanol subió 10% sólo en la última semana. El corte de mezcla en las naftas en Brasil es del 27,5%, en Argentina 12%.

La flexibilidad y el pragmatismo en los negocios suelen ser tanto o más importantes que la programación de la actividad productiva y una buena estrategia de comercialización, tanto en el mercado interno como en las exportaciones.
De alguna manera, es lo que se está viendo por estos días en Brasil, el mayor productor y exportador de azúcar refinado y bioetanol de caña del mundo, con cancelaciones de contratos de exportación de azúcar para volcarlos a la producción de bioetanol.
El objetivo es aprovechar los elevados precios de la energía, lo que a su vez genera temor a la escasez a nivel global de azúcar como endulzante. La tendencia es tal que casi todos los ingenios brasileños vinculados al comercio del azúcar están haciendo cancelaciones. Esto ya habría elevado el volumen cancelado entre 200.000 y 400.000 toneladas de azúcar sin refinar, señaló la agencia Reuters.
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La producción azucarera se está orientando en favor del bioetanol, a raíz de los altos precios de la energía, gatillados por la recuperación de la economía global post pandemia y los efectos de la guerra en Ucrania, dos factores que empujan una mayor producción de combustibles en ese mercado sudamericano.
Corte y expectativas
En Brasil rige un corte promedio de 27,5% de bioetanol en las naftas, un biocombustible que en un 85% se produce a partir de caña de azúcar. De allí que hay incentivos en ese país para derivar al bioetanol parte de lo que normalmente se destinaría al azúcar refinado.
En contraste, en Argentina el corte obligatorio del bioetanol es del 12%, 6% para bioetanol a base de maíz y 6% a base de caña de azúcar, aunque la industria asegura que hay capacidad suficiente para elevar el corte hasta 15% en forma más o menos inmediata.
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No es un dato menor en momentos en que también los precios del petróleo se han disparado y tienen niveles que esta semana se ubicaron por encima de los USD 111 el barril, tanto el crudo Brent del Mar del Norte como el West Texas Intermediate (WTI) de Estados Unidos, aunque hay que aclarar que llegaron a tocar los USD 114 el barril de 59 litros.
Esta semana ha comenzado la zafra de caña con buenas expectativas. En el caso de Ledesma, empresa líder en la industria, para la cosecha 2022 proyecta una producción de 308.000 toneladas de azúcar refinada, 84 millones de litros de alcohol y 78 millones de bioetanol. Para lograrlo realizó una inversión de USD 12 millones en equipos, plantación, infraestructura de ríos y tomas, indicaron fuentes de la compañía.
Cuestión de precio
Según datos de fines de abril de la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab), un organismo público que analiza perspectivas y estimaciones de producción de los principales cultivos, en la campaña 2022/23 Brasil cosechará 596,1 millones de toneladas de caña de azúcar.
Esto representa un incremento de 1,9% en relación a la zafra anterior, que impactaría en una mejora de la producción de azúcar estimada en 14,9%, según el organismo estatal.
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Brasil exporta cerca de 2,2 millones de toneladas de azúcar mensuales en el pico de la cosecha. Así, una gran caída de la producción podría generar una escasez mundial de azúcar, aseguran fuentes del sector.
Se estima que la mayoría de los ingenios en Brasil son flexibles y pueden cambiar parcialmente la producción de azúcar o de bioetanol. Es un atractivo en momentos en que los precios del bioetanol en las plantas de San Paulo aumentaron 10% en la última semana, y tocaron sus máximos desde el año 2000.
Mientras tanto, los precios de los futuros del azúcar en Nueva York treparon 73% en los últimos doce meses. Esto ya de por sí supone un incremento en los costos de producción de la industria del bioetanol, que además tendría que pagar el costo de cancelación de los contratos de exportación de azúcar. Analistas consideran que ese costo podría llegar a 4 centavos de dólar la libra de azúcar, lo que presionaría a una suba adicional a los precios de los 17 centavos actuales hasta los 21,8 centavos.