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El sector de renovables pide un cambio regulatorio para poder financiar obras de transmisión

Sostienen que la apertura a la inversión privada es el mejor modelo para solucionar el cuello de botella que impide incorporar nuevos parques.

La crisis de transmisión eléctrica acaparó la mayoría de los debates del Argentina Green Energy Summit, donde se convocaron la mayoría de las empresas de energías renovables para discutir la actualidad del sector.

Como es sabido, a pesar del enorme potencial con el que cuenta el país para instalar nueva capacidad eólica y solar, los proyectos están en una etapa de estancamiento por la imposibilidad de transportar esa energía tras una década sin hacer obras en este segmento.

El problema fue reconocido por el Gobierno actual ni bien asumió, pero más allá de la declaración de buenas intenciones, lejos de resolverse, la situación se fue agravando cada vez más por la falta de financiamiento para ejecutar dichas obras.

En ese marco, el sector ahora propone un cambio de regulación para permitir que sean los privados los que se hagan cargo del capital necesario y dejar de esperar que el Estado consiga un crédito bilateral o con algún banco u agencia de desarrollo para lograr una solución a corto plazo.

“El sistema hoy está saturado en muchos corredores. Hace 10 años que el sistema de transporte no crece. Para tener una idea, en el pico de consumo de marzo de este año, al sistema le quedaba un margen de sólo 800 MW y, de no hacer cambios, el próximo verano se espera que no va a tener margen y no se va a poder abastecer a la demanda. La situación está tan crítica como eso”, afirmó Carlos Borga, de Transener.

Diversas firmas presentes en el evento desarrollado en el Hotel Hilton propusieron imitar el modelo brasilero, donde los privados se hacen cargo de las obras de transmisión que fueron previamente priorizadas por el Estado y este las repaga a 15 años con un cánon.

“Es un modelo que funcionó muy bien y podría funcionar tranquilamente acá. Fue muy beneficioso para el sistema y para la demanda. Haría falta un cambio regulatorio que permita la participación privada”, reconoció Borga.

Mientras tanto, como se trata de obras de varios años de ejecución y el sector precisa una solución inmediata para seguir creciendo, algunas empresas incluso se arriesgan a un acuerdo novedoso donde aceptan no tener la prioridad de despacho que hasta el momento estaba reservada para todo proyecto de energías renovables.

“Vamos a largar con un proyecto eólico de 265 millones de dólares por casi 150 MW en Bahía Blanca, donde la novedad es que no vamos a tener prioridad de despacho. Hemos hecho bastantes estudios y creemos que, asumiendo cierto riesgo, porque esto depende de muchos factores, creemos que va a ir bien. Obviamente, la rentabilidad es menor que los otros parques porque para tener este menor corte tuvimos que hacerlo en un nivel de 500 kv, o sea, es una instalación ya más alta para superar el cuello de botella que había en Bahía Blanca”, afirmó a este medio el Director Comercial de Pampa Energía, Rubén Turienzo.