El reconocido consultor advirtió las consecuencias que tendrá la disparada de precios a nivel internacional tanto en los egresos del Tesoro como en la balanza comercial.
El conocido consultor energético Daniel Gerold advirtió que, en 2022, los subsidios energéticos podrían llegar a los 16.000 millones de dólares si no se actualizan las tarifas de gas y electricidad.
El abrupto salto se daría como consecuencia del nuevo escenario de precios internacionales que está marcando récords en todo el mundo. Según su visión, mientras que las importaciones de GNL de este año promediaron los 8 dólares el millón de BTU, en el invierno del año próximo llegarán a 18 dólares.
“En todo el mundo se está invirtiendo en hidrocarburos la mitad de lo que se invertía pre pandemia, por lo tanto, es natural que falten y que haya precios extraordinarios. De continuar esta tendencia de la inversión, los precios serán aún más extraordinarios en el futuro. Enfrentamos un entorno mundial muy complejo. La realidad es que el cambio climático domina la discusión y los inversores financieros tienen menos capital disponible para destinar a esta industria”, subrayó en un evento organizado por el IAPG y Amcham, la cámara de comercio de los Estados Unidos.
[Plan Gas: el Gobierno lanzó una tercera ronda para intentar aislarse de la crisis global]
Como agravante, al factor precio se le sumaría una mayor cantidad de importaciones requerida. Según su visión, el gobierno está calculando mal las predicciones de importaciones para el próximo invierno, que serán mayores a las previstas por el derrumbe en la producción de todas las cuencas, a excepción de la neuquina donde esta topeada la capacidad de transporte y no se podrá solucionar a corto plazo.
“Si todo sale bien, el gasoducto podría estar para el 2024”, ejemplifica. En este marco, anticipa que el déficit comercial energético se triplicará de este año al próximo, donde podría alcanzar los 4.500 millones de dólares.
El ingeniero sostiene que para resolver esta situación es necesario ofrecer un mejor precio en la próxima ronda del Plan Gas a las cuencas que sí tienen capacidad de transporte remanente que son las que podrían incrementar su producción a corto plazo.
A 3,5 dólares el millón de BTU, considera, que solamente la cuenca neuquina es rentable por el alto nivel de productividad alcanzada, que se compara con las mejores cuencas shale de Estados Unidos.
En cambio, cuencas locales con muy buenos recursos como la Austral y la del Golfo San Jorge, están en franca caída y no recuperaron el nivel pre pandemia. “Es un error ponerle límites al precio, porque el precio futuro del GNL va a ser sustancialmente mayor al de este año”, dijo.
La ley de promoción
El consultor calificó al proyecto oficial para incentivar las inversiones hidrocarburíferas, como una ley que “no es negativa, pero a lo mejor estamos dejando pasar la oportunidad”.
Las ventajas, dice, no van a generar una corriente general de inversión sino que apenas puede mejorar la ecuación de las empresas que ya están invirtiendo, sin incentivar el ingreso de nuevos jugadores.
“La clave es la señal de precios. Habría que ir a un esquema más moderno con un fondo de estabilización y seguir los precios internacionales. De esa manera, el año que viene se pueden generar 4 mil millones de dólares adicionales solamente perforando, sin inversión en infraestructura”, agregó.
