El sector energético está preocupado porque el proyecto sigue sin conocerse y espera la clásica parálisis parlamentaria por la campaña electoral. El deadline de las empresas para definir sus inversiones del 2022.
“Deberíamos tenerla aprobada a más tardar para agosto, septiembre”, dijo el gobernador Omar Gutiérrez sobre la llamada Ley de Vaca Muerta, en una forma de meterle presión al gobierno nacional que desde que asumió el mandato viene prometiendo la inminente presentación del proyecto.
El gobernador neuquino advirtió, en diálogo con Diario Río Negro, que “en octubre, noviembre, se cierran los planes de negocio de las operadoras para el año que viene y los directivos que están en el país tienen que mandar las necesidades para darle continuidad e incremento a sus planes de inversión a las casas matrices, por lo cual es muy importante que esta ley esté aprobada, a más tardar para agosto o septiembre”.
Sumado a los cierres de los planes de inversión de las distintas firmas productoras, el reloj electoral también corre y, como es habitual, el Congreso entrará próximamente en una suerte de hiato tácito y enfocarán su atención en sus respectivas campañas.
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En esta misma línea, aseguró que “esta posibilidad hay que concretarla ahora”, al mismo tiempo que hizo hincapié en la importancia de lograr consensos en forma previa a la llegada del proyecto al Congreso con pymes, productoras y sindicatos. “Es muy importante que esta ley sea trabajada y consensuada y en el Congreso tenga una aprobación unánime. Es la que va a generar prosperidad, por lo que es muy importante que esta ley tenga un amplio consenso, una mayoría importante”, agregó.
El mandatario neuquino habló de concretar de una vez la potencialidad de Vaca Muerta y para eso la ley de promoción de la producción hidrocarburífera “debería estar aprobada en no más allá de sesenta o noventa días”. El registro de la provincia de Neuquén indica que el 6,3% de la producción de Vaca Muerta en lo que va del año fue exportada, por lo que Gutiérrez recayó en que “la exportación de Vaca Muerta ya una realidad y una necesidad”.
El énfasis de Gutiérrez se lee como una respuesta a los dichos de Darío Martínez, quien previamente se refirió a la ley de promoción y dijo: “Sé que puede llevar algunos días más, pero somos nosotros los que más apurados estamos”. La presión que ejerce el sector productivo y las provincias productoras al Gobierno ya permite observar cierta tensión en el reclamo e incomodidad por parte de la Secretaría de Energía, quien consciente de la necesidad de impulsar esta ley tan anticipada y apalancada discursivamente por el mismo oficialismo, hoy no tiene plazos concretos para su cristalización.
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Martínez señaló que “hay un esqueleto ya diagramado que, una vez que esté validado, volveremos a tener una charla con los gobernadores y las productoras, y lo haremos público”. Y ratificó que “el mandato del presidente y la vicepresidenta es hacerlo lo antes posible”.
Una vez más, Martínez subrayó que el espíritu del proyecto de ley es el de incentivar la producción y su afán de que logre “tener una vigencia, estabilidad en materia fiscal y arancelaria”. A su vez, tanto Martínez como Gutiérrez enfatizaron en el factor de estímulo a la exportación que debe aportar esta ley, a propósito de lo cual el secretario de Energía ratificó que se va “garantizar volúmenes de exportación tanto para gas como petróleo”, aunque siempre asegurando el abastecimiento local.
Importaciones y equilibrio fiscal
“En Argentina destinamos más de 1150 millones de dólares anuales que podrían ser reemplazados por gas nacional”, dijo Martínez. Para que eso suceda, señaló la importancia de atender a una “limitación de infraestructura”, que tiene hoy como prioridad la construcción de un gasoducto que conecte Vaca Muerta cono el AMBA.
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En ese sentido, se refirió a “la necesidad de construir un sistema de gasoductos que nos permita colocar producción de gas argentino en los grandes centros urbanos y de esta manera dejar de importar gas de Bolivia como también quemar combustibles líquidos para generar energía”.
Por lo pronto, esa idea está en una etapa de búsqueda de financiamiento en la que China parece ser el más interesado en llevar adelante una obra, cuyo presupuesto rondaría los 3.500 millones de dólares, según indicó Martínez.
Por otra parte, en referencia a la necesidad de gas de cara a este invierno, señaló que se han comprado 47 barcos. 34 con destino a Escobar y 13 con destino a Bahía Blanca, “a un precio promedio de 7,46 dólares el millón de BTU, que es un precio bastante más bajo que lo que hay en el mercado. Y anticipó que la variación de los volúmenes a importar el año que viene va a depender de lo que surja de una nueva ronda de licitación del Plan Gas. “Estamos estudiando un volumen para el año que viene, que esperemos que no sea necesario”, agregó.