A pesar de la llegada de las elecciones, el Gobernador Arcioni insistirá en el tratamiento de la iniciativa que habilita la minería en la zona de la meseta. El mapa político y los argumentos de ambos lados.
Lejos de postergar la discusión de un tema tan polémico como la minería para después de las elecciones como sugeriría cualquier manual político, el Gobernador de Chubut avisó que insistirá en el tratamiento del proyecto de ley que habilita la actividad en la zona de la meseta y colocó al tema como un eje central de su gestión.
“¿Por qué hay que tratarlo después de las elecciones? ¿Qué se quiere esconder? ¿A quién se quiere engañar? ¿Por qué no se discute de cara a la gente? Quiero que mi provincia tenga futuro y si tengo que pagar algún tipo de costo lo voy a pagar”, ratificó Mariano Arcioni en una entrevista con un canal provincial.
Lo curioso es que, como reconoce el Gobernador, el debate minero le está generando un enorme costo político. Según las últimas encuestas, alrededor del 57% de los chubutenses se opone a la iniciativa y la imagen negativa de Arcioni se disparó al 87%. Entonces, ¿a qué se debe la obsesión con el proyecto?
Los ejes de la ley de zonificación minera
Como es de público conocimiento, Chubut atraviesa una fuerte crisis financiera desde antes de la pandemia a raíz de una altísima deuda y el declino de la producción hidrocarburífera, cuya cuenca va perdiendo terreno frente al dinamismo de Vaca Muerta. Lógicamente, el coronavirus profundizó los problemas y cerró el ingreso de la otra gran boca de recursos como lo era el turismo, principalmente el internacional.
En consecuencia, la gobernación se encuentra desesperada por diversificar la matriz productiva y el paso natural es promover la minería a sabiendas de los enormes recursos geológicos con los que podría contar.
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El problema es que la sociedad chubutense es una de las más fervientes opositoras a la minería y cuenta con una organización asamblearia muy articulada que está bloqueando cualquier paso hacia ese sendero desde hace décadas.
Para intentar sortear este escollo, se ideó un proyecto de ley que atiende las dos principales preocupaciones de los grupos ambientalistas: el uso del cianuro y el agua del río Chubut. La normativa prohíbe que las mineras se abastezcan tanto de este químico como del cauce del mencionado río. A su vez, circunscribe a la actividad a la zona de la meseta: un área desértica lejos de la cordillera y de la costa atlántica que se entusiasma con la posibilidad de nuevos empleos bien remunerados, ante la falta de otras oportunidades.
El Proyecto Navidad
En concreto, hay una minera a la espera de la aprobación de la ley que tiene todo listo para empezar a desarrollar la actividad en esa zona. Se trata de una multinacional como Pan American Silver que opera en varios países de la región y que en Argentina tiene varios desarrollos en actividad en una provincia de gran tradición minera como Santa Cruz donde incluso se permite el uso del cianuro.
Según la empresa, se invertirían unos 1.200 millones de dólares para el Proyecto Navidad, el cual generaría exportaciones por 350 millones de dólares al año. Como impacto regional, prometen crear cuatro mil empleos durante la fase de construcción que dura unos dos años y 800 empleos directos durante los 18 años de vida útil de la mina.
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Por otro lado, se desarrollaría una cadena de proveedores locales que podría implicar otros 2.500 empleos indirectos, sin contar con las obras de infraestructura necesarias para la operación de un complejo de esta envergadura que mejoraría el suministro eléctrico, internet y el resto de las telecomunicaciones para toda la comunidad.
“Algunas localidades de la zona todavía se calefaccionan con leña. La calidad de vida es muy mala y cambiaría totalmente con el Proyecto Navidad. Hay una gran riqueza geológica para aprovechar, queremos tener un debate serio. La minería hoy es el sexto complejo exportador, pero tiene potencial para superarlo ampliamente”, indicaron a EOL fuentes allegadas a la minera.
La postura del Gobierno Nacional
Desde un comienzo, la gestión de Alberto Fernández se manifestó a favor de la minería ya que la considera como una de las salidas a la histórica restricción de divisas junto con Vaca Muerta.
En ese sentido, apoyaron la decisión de Arcioni y cuestionaron la oposición de los ambientalistas. “Hay un tema político porque los dos argumentos que esgrimían los que están en contra son falsos, no se usa cianuro ni se usa agua del río Chubut para el Proyecto Navidad”, destacaron a este medio desde la Rosada. A su vez, sostienen que “la minería es clave para las energías renovables y la movilidad sustentable por su elevado consumo de este tipo de minerales”.
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Sin embargo, el kirchnerismo chubutense mantiene una opinión contraria y se opone al tratamiento de la ley. “Saben que el que firma termina su carrera política. Cristina dio la orden de no tratarlo hasta después de las elecciones”, reveló a este medio una fuente de la política provincial.
“La realidad es que la minería le sirve más a Nación que a la Provincia, que apenas cobra un 3% de regalías cuando por el petróleo recibimos entre el 12% y el 15%. Está lejos de ser la solución a la crisis económica y va en contra de la idiosincrasia chubutense. Acá la conciencia ambientalista es muy fuerte”, agregan.