Lo confirmó el Enre en el marco de las audiencias públicas. Edesur y Edenor pidieron ajustes del 34% y 28%, respectivamente.
La novela por los aumentos tarifarios llegó a su fin. Luego de un sinfín de idas y vueltas, el Enre confirmó que, a partir del 1 de abril, los consumos realizados tendrán un incremento del 3% en el promedio de los usuarios residenciales de no mediar un nuevo giro por parte de la Secretaría de Energía.
De esta manera, según los cálculos del ente regulador, el 72% de los usuarios residenciales sin tarifa social van a enfrentar valores no superiores a los $1.025 antes del pago de impuestos.
“El objetivo final es acoplar la política energética y tarifaria a la recuperación económica. El incremento en las facturas no tiene que afectar el poder adquisitivo de los salarios”, ratificó en ese sentido, la interventora Soledad Manin.
En tanto, los usuarios comerciales e industriales sufrirán un ajuste de entre el 4% al 7%, mientras que los grandes usuarios deberán afrontar un alza de hasta el 75% para alinear sus pagos a “costos más representativos de lo que es generar la energía”.
La propuesta de las distribuidoras
Luego de la exposición oficial, llegó el turno de Edenor y Edesur, las dos grandes distribuidoras del AMBA que ofrecieron propuestas similares en el marco del sendero de “transición tarifaria”.
La primera, solicitó un aumento del 28% para los clientes residenciales y 31% para el promedio de todos los clientes. “Con esta actualización, un millón de nuestros clientes pagaría hasta 800 pesos y otro millón pagaría 1.592 pesos”, señaló el presidente Ricardo Torres.
“Las tarifas de luz están congeladas desde hace más de dos años. En ese período, el precio de la nafta más que se duplico con un 114%, el índice de inflación minorista ascendió al 126%, y el dólar aún más”, cuestionó el titular de Edenor que, a su vez, pidió que el Estado reduzca los componentes impositivos.
“Entre 2015 y 2020 la plata que Edenor le da al Estado se multiplicó por 4”, dijo en relación no sólo a los tributos sino también a la compra de energía, segmento que no está regulado.
Por su parte, Edesur afirmó que para poder contar con los recursos necesarios para brindar un servicio de calidad, necesitará un aumento tarifario del 34% para usuarios residenciales y del 45% para el resto de las categorías, o bien una transferencia de subsidios por $34.260 millones.
“Se garantizará que las concesionarias cuenten con los fondos necesarios para solventar los gastos de operación y mantenimiento y realizar las inversiones de seguridad y confiabilidad que permitan prestar el servicio en las condiciones deseadas”, buscó tranquilizar Manin.
