Con Cammesa como principal beneficiaria, el incremento interanual en subsidios, a julio de este año, es de $109.553 millones

La tendencia en alza de los subsidios a la generación eléctrica se incrementó en julio y ya superan U$S 3000 millones en lo que va del 2020. Un contexto económico que está lejos de ser favorable y que reúne la problemática de pago por parte de los usuarios con la diferencia entre precios y costos en el sector.
La recuperación en la producción de petróleo y gas natural se da a cuenta gotas y el auxilio del Estado Nacional aún no encuentra una merma, debido a la baja cobrabilidad que experimentan de las distribuidoras eléctricas y, en consecuencia, el incremento en sus deudas con la mayorista estatal Cammesa. De acuerdo con un estudio publicado por el Instituto Mosconi, “los subsidios energéticos devengados acumulados al 26 de julio 2020 solo para Cammesa suman USD 2.320 millones”. Y agregan que estos números representan un crecimiento mensual del 19% en los subsidios.
De este modo, las cifras de julio se dieron en sintonía con lo ocurrido en el primer semestre del año en el que, según el mismo estudio, las transferencias para gastos corrientes en el acumulado hasta julio aumentaron 100,5%, si se lo compara con el mismo período del año anterior. Si comparamos el acumulado de subsidios a julio de 2019 con el de este año, se ve un incremento $109.553 millones.
En el Mosconi consideran que esta dinámica de subsidios se explica a partir de la creciente brecha entre costos y precios de la energía, la baja cobrabilidad de las distribuidoras por la cuarentena que derivan en deudas con Cammesa –llegarían a los $100.000 millones– y las mayores erogaciones corrientes por parte del Estado Nacional por el pago de deudas de Cammesa con las generadoras eléctricas. Y especifican que los subsidios energéticos, en el transcurso del 2020, ya alcanzan los USD 3.300 millones, 70% de los cuales corresponden a Cammesa.
Detrás, en la entrega de subsidios, están IEASA ($33.526 millones o USD 511 millones) y el Plan Gas no convencional ($15.611 millones o USD 238 millones).
En cuanto a la demanda de energía eléctrica, se ven ciertos indicios de recuperación a partir de la flexibilización del ASPO, sin embargo la baja en lo relacionado a la actividad industrial y el transporte persiste. En contraste, como es lógico, la demanda residencial es la única que no experimenta una baja.
El informe indica que, en el acumulado, la demanda industrial/comercial disminuyó un 13%, al mismo tiempo que la residencial creció un 13,7%. Por otra parte, si la lectura se hace comparando junio con julio, se registra un incremento de la demanda industrial/comercial, lo que responde a la habilitación en la actividad de ciertas industrias, como se remarcó anteriormente.
Generación en las renovables
El Instituto Mosconi, a su vez, en su informé recabó datos vinculados a la generación de energía a través de fuentes renovables y señala que, con la única excepción de hidráulica renovable, el biogás, la biomasa, la eólica y la solar se vieron incrementadas en comparación con lo generado hasta julio del año pasado.
El crecimiento porcentual en el caso del biogás es de 17,2%; en la biomasa, del 33,8%; en la eólica, del 81,7% y, por último, en la solar es del 24,2%. La hidráulica renovable, a contramano, disminuyó un 25,2%.
En lo que concierne a la generación eléctrica, analistas del sector estiman que las renovables representan poco más del 8% del total, al día de hoy. Apenas por encima de la energía nuclear y muy por debajo de la térmica (61%) y la hidráulica (22,8%).