El gobernador de Tierra del Fuego fue el único que apoyó la reelección del presidente y ahora se reunió con Guzmán para financiar proyectos de gran envergadura.

Tierra del Fuego está aprovechando la interna oficialista para salir bien parada en el reparto de obras y poder desarrollar finalmente todo su potencial energético con proyectos que datan de muchos años.
Luego de ser el único gobernador en apoyar la reelección de Alberto Fernández, Gustavo Melella se reunió con Wado de Pedro y Martín Guzmán para firmar el Fideicomiso para el Desarrollo Austral (FIDA).
El mismo permitirá iniciar una serie de obras de infraestructura que se focalizarán especialmente en el sector energético como centrales térmicas. “Cuando vemos que se invierten estos fondos en obras viales, infraestructura, hospitales, en energía, es algo que celebro particularmente, dadas las tan importantes oportunidades que tiene la provincia y que enfrenta todo el país en materia de desarrollo energético”, dijo el ministro de Economía nacional.
[Nueva apuesta extranjera por el hidrógeno verde: invertirán USD 500 millones en Río Grande]
La primera de las obras consistirá en retomar el gasoducto de Río Grande, que dará factibilidad de gas a las ciudades de Tolhuin y Ushuaia “y después continuaremos con obras de energía para toda la provincia”, detalló Melella.
Sin embargo, fuentes de la provincia reconocieron a EOL que el diálogo con Nación respecto a la temática energética va mucho más allá de la firma de este fideicomiso y contempla obras estratégicas que podrían transformar la estructura productiva de la isla.
En primer lugar, sobresale el histórico proyecto del polo petroquímico de Río Grande para producir urea granulada y metanol. La idea circula por la provincia hace muchos años, pero se vuelve mucho más atractiva con este contexto internacional de altos precios donde, además, la industria petroquímica de gran parte del mundo se encuentra en jaque por no poder abastecerse de gas natural a valores competitivos.
[Guzmán: “nuestro proyecto apunta a exportar GNL por USD 15.000 millones a partir de 2027”]
De hecho, en su última visita a Brasil, Martín Guzmán fue alentado por el propio ministro Paulo Guede para que acelere la fabricación de fertilizantes mediante estas iniciativas que, en Brasil, no están pudiendo tomar vuelo por la falta de gas y tampoco logran encontrar proveedores confiables.
Si bien el complejo de Bahía Blanca es el candidato natural para abastecer esta demanda con una futura ampliación, en la isla fueguina destacan su ventaja logística de encontrarse al lado de los yacimientos y no necesitar un largo transporte de los hidrocarburos como sucede entre Vaca Muerta y este puerto bonaerense.
“El potencial de la isla en materia energética es indudable y, en ese sentido, también hay conversaciones con privados”, se entusiasman desde la gobernación, donde también proponen que la construcción de la planta de licuefacción que tanto impulsa Martín Guzmán se localice en estas tierras.