Luego de que Neuquén acordase el fin de los cortes en rutas, se abre un nuevo conflicto gremial. Un reclamo salarial de meses que parece encaminarse a un cese de actividades.
De un conflicto a otro. Esa dinámica es la que parece haber naturalizado la coyuntura de la industria hidrocarburífera el último mes. La posibilidad de que el sector energético se vea paralizado por un paro nacional en esta oportunidad tiene su origen en los reclamos salariales provienen del sector de las refinerías, cuyos trabajadores insisten desde hace meses en revisar las paritarias del 2020.
Hoy está vigente la conciliación obligatoria, prorrogada hasta el 6 de mayo. Sin embargo, de no haber un acuerdo para esa fecha, las refinerías “iniciarían el cese total de actividades por tiempo indeterminado”, según indicó la Federación Argentina Sindical de Petróleo, Gas y Biocombustibles.
En el marco de una discusión salarial originalmente pautada para marzo pero pospuesta por las cámaras empresariales, los trabajadores comenzaron a trabajar a reglamento, lo que lleva a que afecte la operación en las plantas y el despacho normal de camiones.
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“Esto no da para más, por eso comenzamos con estas medidas de acción directa y un inminente paro nacional. El año pasado fue difícil para los trabajadores de la rama, muchos cobraron sólo el 60% de su salario por la pandemia y llevamos meses sin la actualización salarial correspondiente, con una inflación que impacta directamente en una fuerte caída de su poder adquisitivo, dijo Gabriel Matarazzo, Secretario de Hacienda de la Federación Argentina Sindical de Petróleo Gas y Biocombustible, gremio que encabeza Pedro Milla.
La cláusula de revisión de la pauta salarial 2020 es el elemento sobre el que no logran acordar las partes y que continúa estirando la instancia de negociación. Desde la federación sostienen que las empresas se niegan a discutir. “Fuimos pacientes, pero no podemos seguir esperando”, agrega Matarazzo.
En suma, son varios los frentes que debe atender la industria y que pueden afectar en una mayor medida el abastecimiento de combustible en distintos puntos del país. Después de tres semanas de un hiato productivo en Vaca Muerta, si las refinerías entran en paro, la medida podría darse un escenario de desabastecimiento tanto de gas como de petróleo en los meses de invierno.
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“El 2020 lo transitamos con sumas fijas, sin modificar escalas salariales y, pese a los acuerdos suscriptos, las empresas se niegan a reconocerlos y seguimos con nuestros salarios de 2019”, explican desde el sindicato.
A su vez, al margen de lo que ocurre en las refinerías, la situación de los trabajadores que operan en los yacimientos de Mendoza, Tierra del Fuego y la Cuenca Noroeste tampoco está solucionada y están bajo conciliación obligatoria desde el 15 de abril. “El dictamen de la conciliación obligatoria abrió una instancia de diálogo, pero, si no se acercan posiciones, podría tener el mismo desenlace que la rama refinería”, advierten.
