La suba rige desde las 0 horas de este miércoles en todo el país y en el segmento premium será de dos puntos porcentuales mayor. “Existen importantes riesgos de sostenibilidad de la actividad”, justificaron allegados a la petrolera.

El largo congelamiento del precio de las naftas llegó a su fin. Luego de ocho meses y medio sin actualizar los valores del surtidor, YPF comunicó un incremento del 9% que rige desde las 0 horas de este miércoles.
La suba informada se trata de un promedio general a nivel país que puede llegar a tener diferencias según las distintas regiones. En tanto, para los segmentos de combustibles premium como YPF Infinia, el ajuste será de dos puntos porcentuales superior.
Es una decisión que venía siendo esperada desde hace varios meses por todo el sector, ya que la brecha con los precios internacionales se hacía muy difícil de sostener. Para que el sistema pueda funcionar con estos precios, las productoras de crudo y las refinadoras acordaron comercializar un barril local a 55 dólares.
Esto representaba una brecha de más del 60% con el precio de referencia internacional que oscila los 90 dólares, tras un rally alcista del 31% durante este período en el que Argentina mantuvo el congelamiento.
Lógicamente, tamaña diferencia tornaba mucho menos atractivos los proyectos de inversión en Vaca Muerta para las firmas internacionales. Pero incluso para las firmas locales se estaba acercando a una situación límite a nivel operativo.
“Las estaciones de servicio, consideradas servicios esenciales, se encuentran muy por debajo del punto de equilibrio. Existen importantes riesgos de sostenibilidad de la actividad, resultando imprescindible una mejora de los ingresos de la RED”, subrayaron fuentes allegadas a YPF, haciendo hincapié en los 60.000 puestos de trabajo que dependen de esta industria.
Tan barata resultaba la nafta local comparada con el precio de los países vecinos, que en las ciudades fronterizas se llegó a duplicar la demanda por el cruce de ciudadanos de países limítrofes que activaron todo un sistema de comercialización ilegal.
Para tomar noción de la imposibilidad de continuar con esta política, cabe señalar que, durante estos 8 meses, la inflación acumuló un alza del 29%, el biodiesel subió un 46% (incrementando los costos por su mezcla obligatoria con los combustibles), el etanol un 16% y el dólar oficial un 11%.
Pensado originalmente para calmar la inflación y mejorar el desempeño del oficialismo en las elecciones legislativas de noviembre pasado, el plan de congelamiento estuvo lejos de tener éxito en su cometido y afectó las finanzas de YPF que, de todos modos, logró mejorar notablemente sus balances en 2021.
“Posterior a este ajuste, continuaremos monitoreando la evolución de las variables que inciden en la formación de precios, teniendo en consideración las particularidades del contexto macroeconómico del país”, afirmaron en YPF, dejando abierta la puerta a futuros aumentos.
Es que, a pesar de este ajuste, el retraso respecto a los valores internacionales todavía es contundente y deberá reducirse aún más para normalizar el funcionamiento de toda la cadena.
Según la petrolera de bandera, el fin del aumento fue de “sostener su plan de crecimiento para 2022 en un contexto de prudencia financiera y en el marco de la evolución de los últimos meses de ciertas variables macro locales e internacionales”.
“Para 2022 se prevé continuar con un crecimiento significativo del plan de Inversiones superior al 40 % respecto al año anterior, apuntalando principalmente las actividades de producción de petróleo y gas natural, afianzando su liderazgo en energías renovables y poniendo en marcha importantes reformas en las refinerías de la compañía”, agregaron.




























