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A un año del temporal que derribó 52 torres, volvió a funcionar la línea Futaleufú-Madryn

En diálogo con EOL, el Gerente General de Transpa explicó el avance de las obras y celebró la puesta en marcha de la primera terna.

A casi un año del histórico temporal de nieve que derribó 52 torres de la línea de alta tensión Futaleufú-Puerto Madryn, Transpa finalizó la primera etapa de las obras para restituir este estratégico electroducto que ya comenzó a energizar nuevamente.

“Terminamos con la construcción de la línea norte, se hicieron todas las pruebas de protecciones y de teledisparos y se puso en tensión la línea el martes a la noche. Se hicieron las pruebas de sincronismo con la hidroeléctrica y desde ayer a la mañana ya está generando 280 MW por hora”, explicó a EOL el Gerente General de la transportista patagónica, Fernando Aenlle Guerra.

Se trata de una conexión estratégica para el sistema interconectado nacional que vincula una de las grandes represas del país con un centro de altísimo consumo como Puerto Madryn, donde se encuentra el gigantesco complejo industrial de Aluar, una de las plantas fabriles más electro intensivas de la Argentina.

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Ante la falta de esta línea, Futaleufú se vio imposibilitada de generar energía y Cammesa tuvo que recurrir a centrales termoeléctricas mucho más caras, cuyo costo se disparó aún más estos últimos meses de escasez gasífera en los que las usinas debieron funcionar a base de gasoil y fueloil.

“El que esté la línea en funcionamiento hace que el Estado pueda ahorrar casi un millón de dólares por día en combustibles líquidos”, señala Guerra. La cuenta da un promedio de 30 millones de dólares al mes, pero en junio con el inicio del invierno se elevó a 40 millones, lo que acumularía un gasto mayor a los 300 millones de dólares en todo el período de inactividad, según detallaron especialistas del sector a este medio.

“Es una locura que el Estado haya demorado tanto, con un mes de sobrecostos por importaciones de combustibles líquidos la obra se pagaba sola”, indicaron a EOL fuentes allegadas a Cammesa.

Sucede que la obra -que demandó una inversión de 1.800 millones de pesos equivalentes a 18 millones de dólares aproximadamente- recién se puso en marcha a fines de febrero, siete meses después del fatídico accidente.

En el gobierno le echan la culpa al ex secretario Sergio Lanziani y destacan que fue una de las prioridades de Darío Martínez apenas asumió. Lo concreto es que, una vez solucionado el financiamiento estatal para el 80% de la obra, la construcción se concretó rápidamente a fin de llegar a cubrir el esperado pico de consumo invernal.

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“Se trabajó para poder llegar lo antes posible y terminamos justo para esta semana récord en consumo eléctrico. El 28 de junio Edenor tuvo su pico máximo de distribución de toda su historia. Por eso es tan necesaria esta línea”, agregó Guerra.

Los desafíos de una zona inhóspita

Para evitar cualquier accidente semejante en el futuro, se utilizó una nueva tecnología con torres de mejor diseño capaces de soportar prácticamente cualquier temporal.

“Se reforzaron las estructuras con cross rope, un diseño mucho más moderno y resistente para la sobrecarga de hielo. Además, las torres fueron diseñadas para conductores de 500 kv, cuando es una línea de 330 kv. Estas ultra sobredimensionado para que no vuelva a pasar”, subrayaron desde la empresa.

La mayor dificultad radicó en el transporte de todos los materiales a un terreno verdaderamente inaccesible ubicado en plena meseta patagónica a 150 km de cualquier ruta asfaltada.

El próximo hito será la incorporación de la terna sur, que está proyectada para las próximas semanas y a partir de la cual Futaleufú podrá operar a su máxima capacidad de 560 MW.