Inicio Internacionales Cómo es el plan de Dinamarca para sustituir el gas ruso por...

Cómo es el plan de Dinamarca para sustituir el gas ruso por energías renovables

Con metas a mediano plazo y foco en la coyuntura, el eje es el desarrollo de energía solar, eólica y biogás. Mientras, producirá más gas en el Mar del Norte.

El pasado martes 19 de abril, la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, anunció un plan energético de emergencia y a corto plazo para sustituir la dependencia que el país tiene del gas ruso.

El plan tiene como eje cuadruplicar la generación de energía eólica y solar para 2030, impulsar la calefacción urbana a electricidad, y también bombas de calor y el desarrollo de la producción de biogás.

Pero en paralelo, el gobierno danés decidió un incremento de su producción de gas natural en el Mar del Norte “por un período de tiempo limitado”, manteniendo, sin embargo, el compromiso de abandonar la producción de petróleo y gas offshore en ese mar para 2050.

“Estamos convencidos de que es mejor producir gas en el Mar del Norte que comprárselo a Vladimir Putin”, remarcó Frederiksen durante la presentación del plan.

[Aseguran que a Occidente le llevaría una década reemplazar el petróleo ruso]

Ésta fue la respuesta de Copenhague al amplio paquete de sanciones que los países occidentales, con Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Europea a la cabeza, están aplicando a la Federación Rusa tras el inicio de la guerra en Ucrania, y que puso a los países europeos ante la encrucijada de acompañar las sanciones pero mantener el suministro de gas proveniente de Rusia.

No hay que olvidar que, en algunos casos, estos países son altamente dependientes del gas ruso, por lo que no es fácil enfrentar el desafío de buscar alternativas para sustituir ese combustible importado.

Alemania, Francia, el Reino Unido y hasta Polonia anunciaron planes para dejar de comprar gas de Rusia para fines de 2022, cuando expiren los contratos, pero no inmediatamente, como quieren Estados Unidos y Ucrania.

Ya a comienzos de marzo, apenas días después de la invasión a Ucrania, la primera ministra danesa había anunciado que el gobierno elaboraría un plan para prescindir del gas ruso “lo antes posible”. En poco más de 30 días el plan ya está sobre la mesa.

Los puntos salientes

El programa anunciado este martes considera que la salida de mediano plazo es apostar a las energías renovables y la generación de electricidad por vías alternativas al gas.

[El plan de la Unión Europea para dejar de depender de la energía rusa antes del 2030]

Así, las cuatro patas del plan son la calefacción urbana a través de electricidad, la implementación y uso de bombas de calor, la producción de biogás y el desarrollo a gran escala de energía solar y eólica terrestres, planteando una meta de cuadruplicar la producción por esta vía para el año 2030.

De acuerdo a la planificación del gobierno danés, la mitad de los 400.000 hogares que hoy cuentan con calefacción a gas pasarían a calefacción urbana o bombas de calor –ambas funcionan a electricidad- para 2028. Para el resto de los hogares y las industrias se apunta al desarrollo de biogás, una fuente renovable.

Un aspecto clave del nuevo plan es la multiplicación de plantas de energía solar y eólica terrestres, en un país en el que la mitad de la electricidad se explica por la generación fotovoltaica y del viento, mientras que el resto es biomasa y carbón.

“Queremos desarrollar las energías renovables todo lo que podamos de forma inteligente”, enfatizó Frederiksen en su presentación. Además del impulso a la energía solar y eólica, el gobierno busca incrementar la producción de energía eólica offshore entre 1 y 4 gigawatts. Y decidió aplicar un impuesto uniforme sobre las emisiones de carbono de las empresas. Según datos oficiales, el gas representa el 18% de la energía que se consume anualmente en Dinamarca. Durante años la mayor parte provenía de la explotación offshore del Mar del Norte pero estos yacimientos ya entraron en declive y, por eso, se observa el creciente peso del combustible importado, con Rusia como principal proveedor.