Los tres países fueron protagonistas en la última cumbre mundial de transición energética y emergen como grandes candidatos a proveer la energía del futuro.

La región del Cono Sur americano se proyecta como una de las más competitivas a nivel global en términos de producción de hidrógeno verde y sus derivados de cara a las próximas décadas. Los países desarrollados dependientes de la importación de energía miran a Argentina, Uruguay y Chile con gran atención y empiezan a firmar acuerdos de cooperación para potenciar el desarrollo de esta tecnología y garantizarse la provisión de este vector en el futuro.
La incipiente carrera por la conquista de mercados muestra ventajas y desventajas en cada uno de estos territorios y diversos grados de avance en estos primeros pasos. Uruguay fue noticia la última semana al firmar un instrumento de asociación energética con Alemania que lo mete en el selecto club de países con los que la potencia europea coopera en miras a la transición energética.
Por su lado, Chile no solo ya formaba parte de esta red, sino que acaba de firmar la ampliación de este vínculo con Alemania y acordó el envío de combustibles sintéticos en 2026 hacia un Hub que se está construyendo en el puerto de Hamburgo.
[“Más que una competencia regional por el hidrógeno, tenemos que ir hacia una complementación”]
El único que no está dentro de este “partnership” es la República Argentina, cuyos funcionarios tienen intenciones de firmarlo en el transcurso del año, aunque destacan que lo más relevante pasa por avanzar en un diálogo estratégico que te permita identificar proyectos de interés.
Nuestro país se destaca por tener el mejor recurso eólico de la región y una superficie mucho mayor que viabiliza proyectos de gran escala, aunque claramente corre detrás al considerar el costo de financiamiento por sus recurrentes turbulencias macroeconómicas.
“Yo trato de ofrecer constantemente los proyectos argentinos, pero cuando me contemplan el costo financiero por el riesgo país, se vuelven más competitivos hasta los uruguayos que en términos de recurso ni se pueden comparar”, reconoce un compatriota que trabaja de Project Manager en una importante firma alemana de energías renovables.
Sin embargo, al tratarse de desarrollos de largo plazo, en el gobierno local confían en que terminará primando la elección por la generación eléctrica más eficiente y se ilusionan con la participación de YPF en la licitación de H2Global.
“Uruguay no tiene la capacidad de escala. Los estudios del Instituto Faunhofer de Alemania muestra que la mayor competitividad a nivel eólico en el ámbito internacional con eficiencia superior al 85%, que es lo que te permite llegar al mercado internacional con un valor de hidrógeno verde de 2 o 3 dólares por kilogramo, está en el Frente Atlántico Patagónico Argentino y en el sector de Magallanes en Chile”, sostienen.
En cuanto al caso trasandino, aseguran que, si bien allí hay un proyecto piloto muy interesante a cargo de Porsche y Siemens Energy, lo cierto es que “para escalar el proyecto los chilenos van a tener que hacer partes binacionales con Argentina porque tienen una geografía que no los favorece y tierras colonizadas agrícolamente que dificultan la aprobación ambiental”.
[Siemens y Porsche inician la obra de una planta de hidrógeno verde en el sur de Chile]
Como destacó Santiago Sacerdote a EOL, el Gerente Ejecutivo de Nuevas Energías de YPF, la enorme demanda internacional que se proyecta configura un escenario mucho más proclive a la complementación regional que a la competencia.
“Eso te permite pensar también en empresas chilenas con Investment Grade y, por lo tanto, con menor costo para tomar créditos, desarrollando negocios del lado argentino. Desde la visita de Boric a la Argentina, se está trabajando en mercados de hidrógeno conjuntos. Así como sucede en la lucha contra el cambio climático, las soluciones energéticas no son individuales. Eso nos va a permitir posicionarnos como Mercosur como gran mercado de aprovisionamiento de combustibles bajos en carbono el día de mañana”, afirmó el embajador argentino en Alemania, Fernando Brun.
Ya en plano solar, tanto Argentina como Chile cuentan con los mejores factores de carga de todo el mundo en el norte de sus cordilleras, con la ventaja logística chilena de mayor cercanía a los puertos en una visión exportadora.
Otra propuesta que empieza a emerger en nuestro país, es producir hidrógeno verde a partir de energía hidroeléctrica con una represa diseñada exclusivamente para este fin. Como anticipó EOL en exclusiva, en la visita de Royón a Alemania se le propuso a empresarios alemanes participar de la licitación internacional de la central Corpus.
Con una inversión de 4.000 millones de dólares, este emprendimiento binacional con Paraguay tendría una potencia instalada de 2.900 MW, siendo la segunda generadora eléctrica más grande del país después de Yacyretá.
La particularidad del caso es que la energía generada sería incluso más económica que esta última represa con unos 26 dólares el MWh y permitiría producir hidrógeno a tan sólo 2,01 dólar por kilogramo.