La designación y jura de Guillermo Carnaghi destrabó la salida del neuquino, quien ahora sí se convirtió en el titular de Energía. En la Cámara, continúan los cruces entre el peronismo y el kirchnerismo provincial.
Finalmente, tras varias semanas de idas y vueltas en el bloque de diputados del Frente de Todos, Darío Martínez asumió en forma oficial como secretario de Energía, designación que había sido comunicada el 21 de agosto.
En concreto, el factor político fue el que terminó demorando la toma del cargo por parte de Martínez. Con su ida de la Cámara de Diputados, originó una carrera por ocupar su banca que, lejos de ser cosa del pasado, derivó en que Asunción Miras Trabalón, dirigente de Nuevo Encuentro con quien Guillermo Carnaghi disputaba el lugar en Diputados, sostuviera que se trataba de un caso de “violencia institucional de género”.
“Sergio Massa quiere usar la Ley de Paridad para hacer jurar a un varón suplente y saltar a una mujer titular”, expresó la legisladora suplente vía Twitter y cuando se enteró que Carnaghi se quedaría con la banca aseguró que llevará el caso a la Corte Interamericana de DD.HH.
Más allá de la polémica, el desenlace permite que Martínez pueda comenzar a resolver una serie de temas que determinarán el futuro de la industria como el Plan Gas o la continuidad del barril criollo. “Desde el día en que el Presidente me otorgó esta responsabilidad y este desafío que es asumir en Energía, ya estamos trabajando con el ministro Guzmán y en diálogo con todos los sectores involucrados”, dijo Martínez tras asumir. Además, ratificó el “criterio federal” que el Ejecutivo busca imprimir en su cartera, enfoque que encontró su primera señal en el hecho de que el área cuente con un asiento en la provincia de Neuquén.
En las últimas semanas, Martínez se reunió con Hugo Eurnekian, CEO de la Compañía General de Combustibles S.A. (CGC) y con las autoridades de la Asociación de Distribuidoras de Gas (ADIGAS), entre otros actores de la industria del petróleo y el gas. “Trabajar ahora en órbita del ministerio de Economía – dijo Martínez– es muy positivo porque le va permitir a la secretaría mejorar la coordinación para que las políticas energéticas favorezcan a todos los actores: empresas, provincias, trabajadores y usuarios”.
En este sentido, como señaló entonces EOL, Martín Guzmán será una figura clave en el manejo de los hilos del área energética, a la que Alberto Fernández entiende estratégica por su potencial. Esta misma semana, ya se vio interpelado por las compañías petroleras mediante una carta en la que reclaman que el ministro intervenga de modo de evitar mayores inconvenientes en la cadena de pagos del gas.
Ahora comienza una nueva etapa, que será la de buscar cumplir los mismos objetivos de desarrollo nacional, pero desde la función de gobierno”, señaló el flamante secretario de Energía, que se topa con una agenda recargada de problemáticas entrecruzada por la ambición mayor de reactivar la actividad de una industria castigada por la pandemia en todos sus sectores.
El Plan Gas 4 será seguramente uno de los aspectos que priorizará Martínez en el corto plazo. Una propuesta que aún espera la rubrica por parte del Gobierno y que tiene en vilo a la producción gasífera.
