La producción de crudo llegó a 627.000 barriles diarios en enero, el mayor volumen desde 2008. El gas, en cambio, tuvo un retroceso del 0,9% interanual.
En el primer mes del 2023, la producción de petróleo mantuvo el ritmo de crecimiento de dos dígitos que había mostrado a lo largo de todo el año previo y tocó el mayor volumen de los últimos 15 años.
Con un promedio diario de 627 mil barriles, la suba interanual fue del 10% y respecto al mes anterior del 0,7%, gracias al impulso de Vaca Muerta y los yacimientos no convencionales del shale que saltaron un 30% en comparación con el mismo mes del 2022.
Nuevamente, la única cuenca con crecimiento sustantivo fue la neuquina, mientras que las compañías con mayor producción fueron YPF, Vista Energy, Shell, PAE, Tecpetrol, Exxomobil, Pluspetrol y Chevron.
De acuerdo a un informe del Instituto Mosconi, la producción de petróleo subió un 6,1% en la última década, aunque todavía se encuentra un 23% por debajo de la marca histórica de 1998.
Este salto no se debe a un avance continuo, ya que sólo en cinco años se superó la marca del año anterior: 2015, 2018, 2019, 2021 y 2022. De hecho, entre 2016 y 2021 el parque petrolero osciló alrededor de los 29.000 m3 en un estancamiento que recién pudo quebrar en la pospandemia.
En cuanto al gas natural, los índices de enero del 2023 muestran un retroceso interanual del 0,9% y un ínfimo incremento del 0,05% contra diciembre del 2022. No obstante, el no convencional creció un 11% y suministró casi un 40% de la producción.
A diferencia del petróleo, las limitaciones en la capacidad de transporte por gasoductos hicieron que en 2022 el crecimiento no fuera tan importante y la producción quede debajo de la marca del 2019. Sin embargo, con la inauguración del caño Néstor Kirchner se espera perforar ese indicador este año y en 2024 quebrar el récord histórico de producción alcanzado veinte años antes, cuando comenzó el declino del convencional.
