En una recorrida por la planta de Y-TEC, de la que participó EOL, la empresa detalló la estrategia en este nuevo negocio al que desembarca. El plan para fabricar baterías.
El desembarco de YPF al negocio del litio no será solamente para extraer el mineral del norte argentino y exportarlo en forma de carbonato como hacen todas las jugadoras involucradas en este momento. Su ingreso a este nuevo mercado tiene que ver con una decisión de controlar la tecnología y el know how de toda la cadena hasta la fabricación de baterías, una misión compleja, pero que, de ser alcanzada, representaría un negocio multimillonario para el país.
“Nosotros ya hacíamos baterías en nuestra planta piloto, pero un día dijimos. ¿Qué pasa si esto que hacemos a nivel laboratorio, lo empezamos a hacer a nivel industrial?”, cuenta el presidente de Y-TEC, Eduardo Dvorkin, en una recorrida por el centro de investigación aplicada más moderno del país, de la que participó este medio.
En estas mismas instalaciones ubicadas en los alrededores de La Plata, que cuentan con 47 laboratorios y 12 plantas pilotos, es donde comenzó la investigación de YPF en la materia allá por el 2014.
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Ahora la idea es montar la primera planta de producción en serie de baterías de litio de toda Latinoamérica, con la diferencia que en este proceso también se fabricarán las celdas, uno de los eslabones que requieren mayor conocimiento y que hasta ahora se importaban.
“Queremos manejar toda la tecnología. Calculamos que con un turno de 8 horas diarias podemos hacer 300 celdas por día, pero con tres turnos tendríamos la cantidad de celdas necesarias para equipar a unos 45 colectivos eléctricos por año”, señala Dvorkin y se entusiasma con lograr un costo más barato que “el de una Huawei puesta en el país”, incluyendo los gastos de flete y tasas aduaneras.
La planta entraría en operación en mayo del 2022 y demandará una inversión de 2,5 millones de dólares que serán financiados en un 60% por el Ministerio de Ciencia y Tecnología y el resto con recursos propios. En tanto, el mantenimiento será costeado a partir de la precompra de baterías por parte del Ministerio de Defensa y de la Provincia de Buenos Aires, quienes las destinarán a sus instalaciones de energías renovables.
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Lógicamente, el monto de inversión delata que se trata de una escala pequeña que funcionará como un primer paso antes de salir a planificar una fábrica mayor. “Creemos que a medida que tengamos un producto comercial de calidad para ofrecer, los privados van a interesarse mucho más”, dice Santiago Sacerdote, Gerente General de Y-TEC.
De todos modos, como anticipó este medio, las conversaciones en búsquedas de alianzas con grandes jugadores internacionales ya comenzaron. La minera estatal india Kabil se reunió este miércoles con Pablo González y esta mañana con el ministro Matías Kulfas. “Están muy interesados y también hay otros países con los que se está hablando”, reconoció Hernán Letcher, asesor de González que tendrá una gran responsabilidad en YPF Litio.
La preocupación del NOA
La estrategia de industrializar el litio genera preocupación en las provincias del norte argentino, que en varias oportunidades han advertido la dificultad de lograr esta meta y el temor de que una eventual exigencia a las mineras para agregar valor termine ahuyentando inversiones.
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Sin embargo, desde YPF lo ven como mercados separados y aseguran que también buscarán acelerar los desarrollos mineros en la región. “Tenemos tres ejes estratégicos: el desarrollo de materiales activos, el desarrollo de baterías y el desarrollo minero, donde a su vez, estamos avanzando en métodos productivos más amigables con el medio ambiente”, subraya Sacerdote.
En el mismo sentido, Dvorkin afirmó a EOL que “hay que hacer las dos cosas: la producción primaria y la industrialización”. “Pero nuestro objetivo es atravesar el umbral tecnológico y la gran ventaja comparativa que tenemos es el conocimiento”, agregó.