Inicio Ambiente Las nuevas criptomonedas verdes que buscan superar los problemas ambientales de Bitcoin

Las nuevas criptomonedas verdes que buscan superar los problemas ambientales de Bitcoin

Respaldadas con energía renovable, los proyectos de minería para divisas virtuales empiezan a reconvertirse para adaptarse a la agenda global de reducción de emisiones.

Asegurar el funcionamiento óptimo del minado de criptomonedas exige un alto consumo energético. Por eso, desde distintos espacios se comenzó a cuestionar la incidencia nociva que esta actividad genera en el planeta mientras las industrias del mundo avanzan hacia modelos de producción sostenibles y sustentables.

Según el índice de consumo de energía de Bitcoin de la Universidad de Cambridge, el sistema que permite operar la criptomoneda utiliza 129,24 teravatios-hora (TWh) por año, lo que representa más energía de lo que Argentina utiliza anualmente.

Aunque se anuncia como la moneda del futuro y como un sistema disruptivo (basado en la tecnología blockchain) que abre las puertas al muevo mundo digital, al día de hoy son más los indicadores que colocan al Bitcoin lejos de los amigos del ambiente. Un estudio publicado por la Revista científica Joule en 2019, estima que la criptomoneda genera alrededor de 22 megatones de dióxido de carbono por año. La cifra resulta similar a las emisiones de CO2 que producen ciudades como Las Vegas, Kansas City, Caracas o Lima.

“Estamos preocupados por el rápido aumento del uso de combustibles fósiles para la minería y las transacciones de Bitcoin, especialmente el carbón, que tiene las peores emisiones de cualquier combustible”, dijo Elon Musk en Twitter y colocó a las criptomonedas en el ojo de la tormenta. El padre de la electromovilidad explicó que la promesa del Bitcoin no puede generar un “gran costo para el medio ambiente”.

[Elon Musk hace derrumbar a Bitcoin y reflota el debate en torno a su consumo energético]

Luego de ver cómo el bitcoin, que había alcanzado los 65.000 dólares, se derrumbó y arrastró a todas las monedas digitales en los últimos meses, Musk le dio una nueva oportunidad, pero esta vez, pidió mayor compromiso de los mineros con el medio ambiente y predijo que “Bitcoin será más ecológico que la minería de oro o el sistema financiero tradicional”.

El estudio de Cambridge que tradujo en cifras cuánta energía consume hoy el plantea para producir monedas digitales, también mostró que China es el mayor productor, después Estados Unidos y seguido por Rusia. Al mismo tiempo, estimó que 61% de la electricidad que consumen las granjas de criptodivisas a nivel global actualmente proviene de fuentes fósiles, mientras que solo el 39% es energía renovable.

En ese contexto, nuevas monedas digitales con respaldo en energías limpias comienzan a proliferar en la criptoeconomía. SolarCoin (SLR), por ejemplo, una moneda digital lanzada en enero de 2014 que busca fomentar el desarrollo mundial de la energía solar fotovoltaica utilizando tecnologías blockchain para generar un registro descentralizado, incorruptible y auditable de la energía solar producida por cualquier individuo o empresa. Al registrar una instalación en la blockchain de SolarCoin, los propietarios de la instalación reciben un crédito digital (1 SolarCoin) por cada Megavatio-hora (MWh) producido.

El objetivo final de esta criptomoneda según describen sus desarrolladores es dejar un registro fiable e independiente de la contribución que cada instalación solar está haciendo en la lucha contra el cambio climático y al mismo tiempo recompensar a los propietarios de estas instalaciones y limitar la dependencia de las ayudas estatales. Las SolarCoins se envían a direcciones (cuentas) en carteras digitales y se utilizan como moneda, pueden intercambiarse por monedas gubernamentales en intercambios de criptomonedas o gastarse en empresas que las acepten.

Nayib Bukele, presidente de El Salvador que se convirtió este año en el primer país del mundo en adoptar Bitcoin como moneda de curso legal, dio instrucciones a la empresa estatal de electricidad geotérmica LaGeo para que desarrolle un plan que impulse la minería utilizando energía renovable generada por volcanes.

Desde Argentina, Pablo Rutigliano, presidente de la Cámara Latinoamericana de Litio, impulsa una nueva criptomoneda, Atómico 3, ligada a las reservas del metal blando que se utiliza principalmente en la industria de baterías eléctricas recargables

Paraguay, que cuenta con dos grandes represas hidroeléctricas: la de Itaipú (Paraguay-Brasil) y la de Yacyretá (Paraguay-Argentina), con una potencia de cerca de 8.500 MW de los cuales solo consume 3.300 MW. En total, existe un excedente aproximado de 5.500 MW de energía limpia que podría ser aprovechado por la industria de las criptos.

En ese sentido, los argentinos Gustavo Sánchez Reulet y Fernando García Koch, se asociaron con Jan José Benítez Rickmann un referente en criptomoneda en Paraguay para dar impulso a Hydrocrip, un fondo de inversión cuyo objetivo es la adquisición y explotación de equipos de minería de criptomonedas de máxima performance teniendo en cuenta los nuevos paradigmas de la industria.

“Paraguay cuenta con una de las energías más baratas del mundo y tiene un sistema hidroeléctrico de gran tamaño”, contó Gustavo Sánchez Reulet, socio fundador de HydroCryp, y describió que el país vecino “es una de las economías latinoamericanas que más ha crecido, con una política fiscal sólida, baja inflación, superávit comercial y cuenta con el impuesto a la renta más bajo de América Latina, un marco legal y regulatorio estable y sin restricciones sobre los flujos de capital y los pagos de dividendos”.

“Es una forma de monetizar la generación de energía renovable”, explicó Reulet e indicó que hay un movimiento de fondos de inversión en pequeñas centrales hidroeléctricas que están interesados en el desarrollo de este negocio. Sin revelar datos puntuales, este año, Paraguay anunció que podrían ingresar al negocio de criptominería 500.000 mineros que buscan reubicarse luego de las restricciones que impulsó China.

La evolución de las cripto va a ser el tokenizado, ya sea apoyadas en litio, cobre, oro, en un ecosistema que pueda determinarse dentro de la vinculación entre la economía real y la tecnología

Desde Argentina, Pablo Rutigliano, presidente de la Cámara Latinoamericana de Litio, impulsa una nueva criptomoneda, Atómico 3, ligada a las reservas del metal blando que se utiliza principalmente en la industria de baterías eléctricas recargables. “Todos los procesos de generación de energía son los vectores que generan economía, dominar la energía hoy por hoy es un factor superador de una economía que se proyecta y que se desarrolla en cualquier ecosistema. Sin energía no puede existir ningún modelo por que todo se concentra en función de la energía, su trazabilidad o impacto”, describió Rutigliano. En ese sentido, añadió que “la tecnología viene a reemplazar cierto modelo de conducta y nos permite justamente ampliar el patrón de desarrollo para el cuidado del planeta”.

El proyecto que encabeza Rutigliano busca darle impulso a la minería del litio y la electromovilidad con un marco de regulación, por eso, cuenta con un módulo de Arbitraje Tecnológico Minero Argentino (Atema), que resulta “vital” para prevenir acciones que violen el cuidado del planeta.

“Entendemos que se puede desarrollar cualquier tipo de minería, pero tiene que existir un protocolo que establezca los parámetros para cuidar el planeta; Atema está preparada para detectar estas conductas y las puede neutralizar a través de un impacto negativo en el proceso económico de quién haya generado ese modelo”, dijo.

[“Hay personas que hacen cálculos simplistas respecto al consumo energético de Bitcoin”]

Por ejemplo, planteó Rutigliano, si una minería extractiva en el litio consume agua potable el nodo Atema lo detecta y lo clasifica como nocivo para la economía porque “sabemos que todo efecto contaminante es nocivo siempre, en algún punto, para la economía”.

El fin de un nuevo inicio

Para el titular de la Cámara Latinoamericana de Litio los minutos del modelo Bitcoin, al que considera meramente “especulativo”, están contados. “El escenario mundial que se gestó y se está desarrollando en esta gran nube que es justamente el precio del BTC, producto de la especulación masiva de diferentes sectores, lo que está haciendo es ruido y ruptura en los mercados, por eso, entiendo que la evolución de las cripto va a ser el tokenizado, ya sea apoyadas en litio, cobre, oro, en un ecosistema que pueda determinarse dentro de la vinculación entre la economía real y la tecnología”, analizó.

En ese sentido Rutigliano opinó que el Estado puede contribuir a que el modelo digital tenga “conectividad” con la economía real y es categórico respecto al futuro. “No se trata de promocionar modelos especulativos, insertando un falso valor con la intención de solucionar la macroeconomía de un país, lo que sí debemos hacer es tokenizar la economía”, señaló.

“En el ecosistema de desarrollo de la tecnología blockchain –continuó-, lo que se viene impulsando, son cambios en la matriz energética hacia el uso de energías limpias para cuidar el medio ambiente, y modelos que vinculen la economía con la tecnología”.

Desde un análisis integral sobre la transformación que está generando el uso de moneda digital en el mundo Reulet, planteó que “se habla mucho del bitcoin y su impacto en el ambiente, por el consumo de energía, pero poco se sabe sobre la incidencia positiva a partir de reemplazar una cantidad de agentes e intermediarios, desde el Gobierno que emite monedas, los bancos, todo ese circuito que asegura el movimiento de dinero consume energía, genera emisiones y también comisiones”.

“¡Ojo con el cálculo!”, advirtió y opinó que se debe desarrollar una mirada más amplia que contenga estudios y auditorías sobre todo el proceso donde interviene el dinero físico, desde la tala de árboles, materia prima del billete de papel. “Con las monedas digitales ya no tengo que trasladarme al banco para firmar una cantidad de papeles para concretar una operación de comercio exterior, por ejemplo, y se trata del sistema más seguro del mundo, descentralizado”, concluyó.